ACADEMIA

Modelo de empoderamiento para prevenir y atender la violencia de género en las relaciones de pareja

 

En el marco de actividades de los 16 días de activismo contra la violencia de género, la División de Estudios de Posgrado realizó la charla “Modelo de empoderamiento para prevenir y atender la violencia de género en las relaciones de pareja” la cual se transmitió a través del canal de YouTube de la ENTS el 7 de diciembre, en la que se contó con la participación de la Mtra. Georgina Daniela Zepeda Goncen, especialista en Trabajo Social en modelos de intervención con mujeres y profesora de la ENTS.

La violencia de género es un problema universal, considerado por su magnitud un problema de seguridad ciudadana y una violación a los derechos humanos de las mujeres, sin importar la condición social y económica en los estratos de las distintas culturas, por lo que forma parte de uno de los problemas prioritarios de la agenda pública, acotó.

Explicó que, la violencia de género en los noviazgos tiene distintas implicaciones en función del vínculo con sus parejas, en esta etapa se pueden gestar problemas mayores que llegan a convertirse en violencia sexual, psicológica, económica, patrimonial, violencias que muchas veces son normalizadas.

“Un paso muy importante que se requiere como trabajadoras y trabajadores sociales es una investigación diagnóstica para conocer el contexto y la normativa para proponer alternativas de solución” dijo.

En ese sentido, agregó que las conferencias, pactos y convenios que México ha ratificado a nivel internacional son: la Declaración Universal de los Derechos Humanos; los Objetivos de Desarrollo Sostenible; la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; y la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. En cuanto a las normas jurídicas a nivel local están la Constitución Política; la Ley General de Víctimas; Ley General de Igualdad entre hombres y mujeres; la Ley para prevenir y eliminar la discriminación; la Ley de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia.

El modelo de intervención que desarrolló en el contexto universitario, lo realizó a través de una investigación de tipo feminista, la cual arrojó como parte de los resultados que el sistema patriarcal estaba vigente, las mujeres que formaron parte del estudio fueron educadas con roles tradicionales, quienes habían observado a su madre como una figura principal e incondicional ante la pareja, soportando muestras de violencia y padres con roles muy marcados de proveedores y controladores.

La principal violencia experimentada por las participantes fue la psicológica, manifestada en términos de críticas, insultos, celos, amenazas, imposiciones, burlas y desvalorizaciones.

En el diagnóstico las mujeres participantes destacaron aspectos que requerían de atención como superar sus inseguridades, saber manejar celos, mejorar la comunicación de la pareja, aumentar la empatía y tener habilidades para irse de una relación cuándo existiera violencia.

A partir de estos resultados, la especialista implementó un modelo de empoderamiento desde la intervención del Trabajo Social para evitar que la violencia aumentara y pusiera en riesgo sus vidas.

Denominó al modelo de empoderamiento Métsëky que significa “amor de pareja” en lengua indígena mixe proveniente de un poblado situado al noreste de Oaxaca. Este modelo está basado en los principios de una concientización en torno a la cultura patriarcal, el uso de técnicas educativas para empoderar y centrarse en la fortaleza de las mujeres respecto a sus diversidades y singularidades con el propósito de asumir un proceso de intervención que genere cambios positivos en sus vidas.

El objetivo general fue el empoderamiento de las jóvenes universitarias mediante una toma de conciencia, procesos de educación popular y potenciación de áreas de interés expresadas en diversos espacios de acción.

El empoderamiento, categoría socio política tuvo como objetivo incrementar la capacidad en las mujeres para configurar sus vidas y entorno transitando de las situaciones de violencia, opresión y desigualdad que vivían en sus relaciones de pareja a un estado de mayor conciencia, autodeterminación y autonomía.

La toma de conciencia tuvo la finalidad de visibilizar y dejar de naturalizar las causas históricas y propias de la violencia, ante ello se realizaron círculos de reflexión grupal, seminarios para entender la violencia de género, dinámicas de autoexploración de su propia historia de vida a través de líneas del tiempo, ejercicios grupales. 

Los procesos de educación popular tuvieron el objetivo de resignificar y aprender nuevos patrones de relaciones de pareja que fueran libres de violencia.

La potenciación de las áreas de interés, como una acción abierta y renovada pretendían aprovechar las prioridades que cada mujer expresa y sus recursos para abrir espacios y generar alternativas de acceso a una vida libre de violencia.

“Desde Trabajo Social este tipo de modelo de empoderamiento resulta fundamental para las mujeres que padecen algún tipo de violencia” apuntó. Resaltó que aún hay mucho trabajo que hacer desde los pares hombres, una línea que se puede trabajar mediante el plan de estudios de modelos de intervención con jóvenes desde el Programa Único de Especializaciones en Trabajo Social (PUETS) y exhortó a las y los alumnos a especializarse.

La Mtra. Luz Noemí Navarro Márquez, Jefa de la División de Estudios de Posgrado, quien fue moderadora de la charla destacó la importancia de tener nuevas herramientas para dar atención al fenómeno multifactorial de la violencia de género a través de las especializaciones de Trabajo Social para profundizar los conocimientos que la realidad demanda.

Para visualizar la sesión completa visita:

https://www.youtube.com/watch?v=K6jOAHDmmo4