ACADEMIA

Género y sustancias psicoactivas. Estereotipos y brechas de atención.

 

El 3 de noviembre se llevó a cabo la sesión 13 del Seminario Uso de sustancias psicoactivas: Una visión política, institucional y social, organizado por el Centro de Investigación y Estudios en Discapacidad y Salud (CIEDyS) de la Escuela Nacional de Trabajo Social.

Esta sesión que forma parte del módulo 4 del seminario "El impacto social de las políticas de drogas y los programas sociales en relación al uso de sustancias psicoactivas" se realizó en modalidad virtual a través del canal de YouTube de la Escuela.

Se contó con la participación de la Dra. Angélica Ospina Escobar, catedrática CONACYT, asignada al Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económica, Región Centro, quien abordó la temática Género y sustancias psicoactivas. Estereotipos y brechas de atención.

La especialista señaló que el género es una categoría analítica fundamental para abordar el tema del uso de sustancias psicoactivas y las alternativas de atención, ya que en México las mujeres enfrentan una brecha de acceso al tratamiento, situación que se encuentra ligada a los estereotipos de género y estigmatización.

Señaló que, en el campo de uso de sustancias psicoactivas poco se ha reflexionado sobre cómo la adscripción sexo genérica condiciona las trayectorias, preferencias y patrones de consumo de sustancias, así como los servicios de prevención, atención y tratamiento requerido por hombres, mujeres y personas no binarias. 

Explicó que, en los estudios sobre mujeres y drogas predominan factores como la vulnerabilidad y violencia; agregó que en prisión tienen penas desproporcionadas, papeles más subordinados en instancias criminales; y padecen de VIH.

Informó que las mujeres usuarias enfrentan diversas violencias antes del consumo, además de la violencia estructural, generalmente son víctimas de violencia sexual a tempranas edades, "muchas veces el consumo aparece como una estrategia para lidiar con diversos problemas entre ellos de salud mental y traumas" indicó.

Añadió que durante el consumo padecen expulsión familiar, erosión de los vínculos sociales, exposición a situaciones de riesgo. "Algunas veces a través de la pareja se accede a sustancias, además de que controla cuándo se consume, cuánto, lo que genera una codependencia que va más allá de una condición clínica y tiene que ver con estas posiciones desiguales de poder entre los cuerpos femeninos y masculinos" apuntó.

Al momento de buscar servicios de salud reproductiva también padecen violencias. "Cuándo una mujer usuaria de escasos recursos enfrenta una situación de violencia sexual y va a un servicio médico, se revictimiza, incluso cuándo está embarazada, busca atención y el médico se da cuenta de que es usuaria, no existe un tratamiento o sistema de apoyo que le permita o facilite maternar, pareciera que las mujeres intoxicadas no tienen derecho a la maternidad" dijo.

El trabajo sexual y la vinculación al crimen organizado se presentan como sus únicas opciones laborales, por la expulsión del hogar y falta de redes de apoyo, lo que intensifica la frecuencia de violencias, no se habla de cómo el crimen organizado instrumentaliza a las mujeres quienes suelen ser víctimas de feminicidio. Ante todas estas condiciones consideró que es necesario pensar el uso problemático de sustancias desde una perspectiva estructural.

Reiteró que en muchas ocasiones el uso intenso de sustancias aparece como un mecanismo o estrategia para sobrevivir a estas condiciones de violencia y sufrimiento social. "La estigmatización del uso de sustancias invisibiliza las condiciones estructurales de violencia a las que se enfrentan las mujeres que usan drogas" refirió.

Finalmente consideró que las características que deberían contemplar los servicios de atención al uso problemático de sustancias con mujeres son:


Para visualizar la sesión completa visita:

https://www.youtube.com/watch?v=neEPpQ0e6Wo&t=102s