Foro: Día mundial del hábitat

El 3 de octubre se realizó de manera virtual el segundo foro “Día mundial del hábitat 2022”, Actuar local para ser global”, coordinado por el Mtro. Irving Vázquez Cruz, profesor de carrera de la ENTS, con el objetivo de analizar desde diversas disciplinas estrategias y acciones medio ambientales para la reducción de brechas de desigualdad habitacional.

Cada octubre se conmemora el Día Mundial del Hábitat, que tiene como finalidad sensibilizar la importancia del cuidado, preservación y modificación en torno a la identidad, la adecuación de costumbres y modos de vida en diferentes contextos.

“Desde Trabajo Social, se apunta a reconsiderar el hábitat con un enfoque de derechos humanos, como un espacio público, la vivienda, el medio ambiente, donde habitan grupos vulnerables. Ante los escenarios de emergencia social se colocan retos multi y transdisciplinarios para converger en nuevos ejercicios de acción epistemológica y profesional” señaló.

En representación de la Mtra. Carmen Casas Ratia, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, la Mtra. Araceli Borja Pérez, Coordinadora de Investigación, inauguró el foro en el que se abordaron temas de intervención comunitaria y socio ambiental, salud y habitabilidad, Trabajo Social y hábitat.

El Mtro. Irving Vázquez Cruz en su conferencia magistral destacó la importancia del estudio del hábitat desde la profesión de Trabajo Social, haciendo énfasis en las problemáticas sociales, las políticas internacionales y los derechos sociales.

Definió el concepto de habitar como una acción necesaria para el desarrollo social, cultural e individual de las personas, que requiere de relacionarse con el otro, como sujeto participativo en el acceso a los derechos sociales y mejoría en la habitabilidad.

“Habitar, es parte de la sociabilidad, configura espacios públicos y su uso, genera historia e identidad. Nuestra percepción del mundo será en función del hábitat en el que estemos, ya que configura el cómo nos relacionamos con y para el otro para percibir el mundo externo” mencionó.

Agregó que ONU Hábitat plantea promover visiones transformadoras en las ciudades, resaltar los asentamientos humanos, la desigualdad social urbana con énfasis en generar estrategias de asistencia técnica e incluir a los grupos sociales vulnerables, con ello reducir desigualdad espacial y la pobreza en las comunidades urbanas y rurales para la transformación social.

“Se requiere de políticas equitativas y acceso a derechos sociales, actuar por la acción climática y mejora del entorno urbano, promover la prevención y respuesta efectiva ante las crisis urbanas. Desde Trabajo Social es necesario buscar estrategias integrales de acción, no podemos hablar del hábitat sin pensar en la pobreza, la crisis alimentaria, los ecosistemas, las infancias, el género porque incide en los grupos sociales y comunitarios, en refugios, viviendas transitorias, regiones, en el análisis de la política pública en territorios” comentó.

Explicó que, el hábitat ha sido un eje transversal en el estudio de Trabajo Social, al hacer ejercicios comunitarios para intervenir con las problemáticas sociales, desde lo familiar, lo comunitario, regional; y que desde las políticas públicas se dimensionen los problemas habitacionales, las condiciones familiares y su cotidianeidad.

“Estudiamos cómo habitan en la vivienda, cómo se relacionan en la comunidad y cómo impacta esto en la salud, en un proceso de condiciones de dependencia o vulnerabilidad. Los objetivos de desarrollo sostenible están presentes en la creación de nuevas estrategias integrales, no podríamos pensar la planeación social al generar un proyecto sin tomar en cuenta los escenarios de riesgo socio ambiental y sanitario, el riesgo es parte medular de análisis, la desigualdad habitacional y el acceso a derechos sociales como alicientes de modelos de intervención en la habitabilidad con grupos sociales emergentes, vulnerables y de atención prioritaria” mencionó.

Concluyó que, el hábitat es un escenario de interrelación de desigualdad social, escenarios en lucha y búsqueda de acceso a derechos sociales donde figuran actores y sujetos capaces de generar autogestión, capaces de posicionarse como actores en la búsqueda de la organización y promoción para la mejora de su habitabilidad. “Es un escenario complejo donde está latente la participación y apropiación en torno al respeto de los derechos sociales y la dignidad humana” finalizó.

Las y los trabajadores sociales tienen la tarea de implementar estrategias para el cuidado del hábitat cómo la educación socio ambiental, procesos de producción social y gestión del hábitat o la producción social participativa, donde las y los habitantes sean ejes clave en la creación de estrategias, aperturar hacia la transdisciplinariedad, la intersectorialidad para proponer diseños y modelos de intervención.