ACADEMIA

14va edición de la Jornada Día del Maíz "Milpa saberes para renacer, crecer, envejecer sanamente en comunidad"

La Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizó la Jornada del Día de Maíz, los días 27, 28 y 29 de septiembre, que contempló actividades como mesas de diálogo, conferencias, foros, conversatorios, talleres, documentales, actividades artísticas, culturales y gastronómicas, además de un tianguis “La Milpa” con la participación de productoras y productores de alimentos y artesanías.

En el Auditorio Dr. Manuel Sánchez Rosado, la Mtra. Carmen Casas Ratia, directora de la Escuela, inauguró la 14va edición del Día del Maíz, y señaló que México cuenta con más de 300 variedades de maíz derivadas en 64 razas nativas en territorio nacional, mismas que han producido ininterrumpidamente millones de familias campesinas durante 350 generaciones, por lo que es considerado patrimonio biocultural de la población mexicana.

Informó que, cada año el país pierde entre 10 y 15 por ciento de la producción agrícola como consecuencia de los efectos del cambio climático. La contingencia sanitaria por la Covid-19 provocó una gran inestabilidad en la producción de ese grano, puesto que las necesidades de autoconsumo propiciaron que en 2002 se utilizaran 338 mil hectáreas más, con respecto a 2019. Sin embargo, para 2021 se sembraron 170 mil hectáreas menos, un problema altamente preocupante.

“Estamos indisolublemente comprometidos en lograr un comercio justo y equitativo que garantice la preservación del medio ambiente y promueva sistemas alimentarios saludables y sustentables. A través de esta jornada podremos implicarnos y comprender con mayor claridad esta realidad, pero también nos lleva a seguir trabajando y acercarnos a escenarios más promisorios”, indicó.

Señaló que esta jornada realizada desde 2009 es un encuentro plural y agradeció los esfuerzos para llevar a cabo las distintas actividades que conmemoran el “Día del Maíz”, así como la participación de la comunidad estudiantil, académica, de investigación y campesina, con el objetivo de promover la salud y la cultura alimentaria basada en la biodiversidad de las semillas y los sistemas agroecológicos del país. "Este encuentro refuerza nuestra identidad y nos recuerda que somos una cultura de maíz, somos la milpa".

Reflexionó sobre la importancia de revalorar y resguardar las variedades de maíces nativos y protegerlos de las amenazas que representa la destrucción de la biodiversidad, la contaminación del agua, suelo y aire, y la pérdida de la soberanía y seguridad alimentaria, producto de las actividades avasalladoras en manos del ser humano.

"Desde la ENTS a través de sus planes y programas de estudio, ser dará a la tarea de evidenciar esta grave situación, que entre otros efectos ha incrementado la pobreza entre campesinas y campesinos que viven o sobreviven de este producto agrícola" dijo.

La Mtra. Monserrat González Montaño, profesora de carrera la ENTS y coordinadora de la jornada académica, enfatizó que "de las comunidades rurales e indígenas proviene el maíz que los mexicanos y el mundo disfrutamos, nos ha alimentado por milenios, y hoy es un legado biocultural. Sin embargo, su cultivo está en peligro por las empresas trasnacionales; por ello, estamos reflexionando para atender esta situación con estrategias de educación socioambiental y socioalimentaria" indicó.

Subrayó que, en esta jornada participan alumnas, alumnos, productoras, productores, profesoras y profesores, artesanas, artesanos, comunicólogas, comunicólogos, artistas de pintura, música, diseño visual, unidos por un compromiso social de la milpa y el maíz, formando una colectiva diversa.

Desde Trabajo Social se ha consolidado una colectiva interdisciplinaria que crece año con año, convocando no sólo a los sectores involucrados, sino a la sociedad en su conjunto con el fin de reflexionar sobre estos temas y analizar el impacto de la pandemia en la salud alimentaria de la población, así como identificar las distintas alternativas que se trabajan con este propósito en diversas regiones del mundo.

En representación de la colectiva Día del maíz, la Mtra. Alma Miriam Bermúdez Espinosa, profesora de la ENTS, señaló que esta jornada es un intercambio de saberes, donde además de la academia se reúne la cultura, la gastronomía, el arte. "Es un diálogo intergeneracional, con voces diversas desde su experiencia con la milpa".

"La colectiva tiene el objetivo de hacernos consientes de nuestra alimentación, qué estamos comiendo, la comida de nuestra mesa tiene historia, este es un espacio para salvaguardar el derecho a una alimentación digna" expresó.

El Mtro. Sabino Martínez Juárez, profesor de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, señaló que el maíz ha sido una forma de vida muy importante para las comunidades y se debe trabajar desde una perspectiva multidisciplinar, multidimensional, desde las lenguas indígenas, la cosmovisión indígena, la vinculación del hombre con la naturaleza, y los conocimientos locales, así como su desarrollo en los contextos rurales y urbanos.

Del mismo modo, el Dr. David Sébastien Monachon, responsable del área de Consumo Sustentable de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad, comentó que este encuentro es una gran labor y ejemplo para la UNAM. Una actividad particular es el tianguis en el que participan productoras y productores para compartir una pequeña porción de la cultura alimentaria de la nación, además de artesanías, herbolaria y cosméticos, todo ello relacionado con la milpa.

El Dr. Rubén Darío Pardo Santamaría, profesor de la Universidad Quindío, Colombia, subrayó que esta es una oportunidad para acercar la academia a los problemas rurales, "hay muchas experiencias en América Latina que debemos ir conectando, muchas iniciativas de resistencia alimentaria que debemos reforzar con un trabajo en conjunto" apuntó.

La Dra. Cristina Barros Valero, investigadora independiente e integrante de la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País, destacó la labor de la ENTS de tender un puente entre la Universidad y la sociedad, difundir los conocimientos y escuchar las distintas voces. "El maíz es fruto de conocimiento milenario, de grandes esfuerzos que siguen presentes". Consideró necesario reflexionar sobre la reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales que se discute en la Cámara de Diputados, la cual implicaría la criminalización del intercambio libre de semillas.

La Dra. María Elena Álvarez-Buylla, titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, celebró que la ENTS vuelva a poner en primer plano el maíz, reconociendo con ello la importancia y urgencia de recuperar la soberanía alimentaria.

Mencionó que, este cereal es raíz de los mexicanos, además de sustento y porvenir, por lo cual es fundamental recuperar los maíces nativos y cuidarlos, porque manos campesinas aún los conservan. A lo largo y ancho del territorio se producen las verdaderas tortillas, que son realmente nutritivas y no están hechas con semillas transgénicas.

Recalcó la importancia de cuidar los maíces mexicanos y con ello la cultura, salud, sustento, y sobre todo a las comunidades campesinas sin las cuales estaríamos desprovistos no únicamente del maíz, sino de decenas de otras plantas cultivadas que crecen en conjunto en las milpas en el país.

Por su parte, el Dr. Alejandro Espinosa Calderón, secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados, recalcó que se trata del cultivo más importante para la humanidad, pues cada año se cosechan mil 200 millones de toneladas en el mundo. “Es la más maravillosa proeza tecnológica creada por nuestros ancestros mesoamericanos, no tiene comparación con ningún otro cultivo en el mundo. El maíz es nuestro origen, esencia, sangre que corre por nuestras venas, religión, economía, cultura, poesía, el dador de la vida” agregó.

“El maíz es cultura y producto de una vida milenaria; sin embargo, para otras miradas es una simple mercancía más que está en los mercados internacionales. Debemos estar alertas, por un lado conocer las maravillas de este grano, disfrutarlas y saborearlas; pero por otro no olvidar que está en riesgo, y cada uno de nosotros convertirnos en sus defensores” finalizó.

El trabajo de alimentar y dietas saludables en México

Recuperar las dietas saludables implica reconocer las experiencias, saberes y prácticas culinarias con múltiples ingredientes tradicionales, son parte de una herencia cultural que se conserva a través de la práctica de manera intergeneracional.

Este rescate de saberes a su vez permite el rescate de la salud, afectada por la alimentación altamente procesada, coincidieron especialistas en la mesa de diálogo El trabajo de alimentar y dietas saludables en México.

La Dra. Laura Montesi Altamirano, del Centro de Investigación en Antropología Social, Unidad Pacífico Sur, señaló que la diabetes es una enfermedad que convoca a repensar los sistemas y prácticas alimentarias desde el nivel micro al macro social.

"El consumo y producción de maíz van de la mano, el consumo en forma de "atole" en las comunidades rurales se asocia y experimenta como "fuerza", es decir, en términos de calorías y vitaminas, mientras que los mandatos de médicos y nutriólogos se viven como un contrasentido que genera dilemas, al mirar el maíz únicamente como hidratos de carbono. El trabajo de alimentar y las dietas saludables, se tiene que repensar de manera integral para evitar que la diabetes no sólo sea el producto de la pérdida de las dietas campesinas sino también un motivo más para terminar de estigmatizar lo que queda de estas dietas" señaló.

La Dra. Carmen Arellano Gálvez, investigadora del Colegio de Sonora, abordó los proyectos de traspatio que distintos grupos originarios mantienen encabezados por mujeres que buscan alternativas de ingresos económicos, los cuales juegan un papel importante al pasar de generación tras generación los conocimientos, lo que fortalece el derecho a una alimentación sana, saludable y apropiada que corresponda a los saberes ancestrales y respete los patrones culturales.

Resaltó la importancia de una vinculación interinstitucional y comunitaria, a través del reconocimiento de los diferentes actores locales, así como los saberes y prácticas locales que ayudan a visibilizar la dieta tradicional mesoamericana y la importancia que tiene en el cuidado de la salud.

De esta manera, la educación ambiental-alimentaria a través de la bioculturalidad, es necesaria, desde los niveles básicos educativos, para que las niñas y niños, conozcan y respeten la biodiversidad de alimentos en sus comunidades.

Al respecto, la Dra. Ivonne Vizcarra Bordi, investigadora del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales de la Universidad Autónoma del Estado de México, señaló que la co-construcción de conocimientos permite el desarrollo de la conciencia para todos las y los partícipes involucrados.

"Es necesario coadyuvar a defender el Derecho Humano a la Alimentación porque cumple con las normativas de ofrecer una alimentación nutritiva, suficiente, inocua, balanceada, variada, sabrosa, adecuada, culturalmente, favorece a la buena salud y la capacidad física, mental y emocional de las personas, y cultiva la espiritualidad como parte del bienestar colectivo y el respeto a la naturaleza" expresó.

Por su parte el Dr. Alejandro Martínez Espinosa, Investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, habló sobre el papel de los hombres en la alimentación, quienes en su mayoría buscan alimentos ultra procesados, pues en los contextos donde se les coloca como los proveedores de la alimentación recurren a la comida rápida, y eventualmente cocinan.

"El rescate de las dietas saludables es fundamental ya que somos un país donde las y los niños ocupan el primer lugar en el mundo en obesidad, persiste el incremento de enfermedades como la diabetes, hipertensión entre jóvenes, ya que el paladar está secuestrado por sodio, grasa y azúcares, se requiere de participación urbana y social, lo que representa una gran tarea para Trabajo Social, dar un seguimiento de políticas públicas a nivel comunitario" subrayó la Dra. Ivonne Vizcarra.

Agregó que se requiere de una formación para la valorización de dietas multidiversas, bioculturales y el impacto que tiene consumir alimentos de localidades próximas, temas que desde la escuela de deben concientizar.

Una semilla, un acercamiento a la agricultura sustentable en educación secundaria

Como parte de los foros de experiencias, Karla Regina Mejía Pedraza, recién egresada, de la secundaria de Otzolotepec, Estado de México en representación de sus compañeros compartió parte del proyecto de agroecología que las y los alumnos de este plantel realizaron a través de huertos en la Escuela, mismos que fueron replicados en sus casas.

Las alumnas y alumnos a través de un proceso de investigación llevaron a cabo la creación de chinampas con tierra fértil, compostas, para poder iniciar la práctica de la agricultura sustentable, sembraron plantas de ornato, cactus, y verduras, los cuales posteriormente se traspasaron a espacios fértiles recuperados en las propias instalaciones de la secundaria.

“Durante este proceso el acercamiento de las y los estudiantes con la tierra fue fundamental, lograron conocer y realizar prácticas, además de aprender a cuidar el suelo” señaló Ahtziri Irais López Santos estudiante de la ENTS-UNAM y profesora de la secundaria de Otzolotepec.

“Fomentar una agricultura sustentable desde la escuela es importante para incitar iniciativas y escuchar las propuestas de las niñas y niños, incluso sobre el cuidado del medio ambiente, cambiando su cosmovisión sobre la tierra” expresó.

Alimentación y salud comunitarias desde los territorios ngiguas

Estudiantes de la licenciatura de Lengua y Cultura en Universidad Intercultural del Estado de Puebla, hablaron sobre la comunidad Ngigua de San Marcos Tlacoyalco, localidad situada en el Municipio de Tlacotepec de Benito Juárez en el Estado de Puebla, señalaron que es una localidad que se dedica a la agricultura, y cuenta con diversos tipos de maíz, siendo esta una de las principales actividades económicas de la zona.

El rescate de estos saberes es importante para la comunidad, ya que la soberanía alimentaria es un derecho de los pueblos de producir sus propios alimentos, así como definir sus políticas de producción, distribución y consumo.

Red de familias productoras de la casa comunitaria Oyamemo

La Lic. Olmo Eyati Manrique Navarro, integrante de Oyameyo, cooperativa de plantas y herbolaria medicinales compartió que para todo ser humano son fundamentales 4 ejes: salud, alimentación, la parte lúdica (actividades culturales y artes) y bioconstrucción, mismos que en cualquier asociación deben ser pilares.

Comentaron que la colectiva ha empleado los principios de utilidad, autogestión, creatividad, responsabilidad, colectivización de los medios de producción, intercambios materiales, saludable, con los que coadyuva a la transformación agroalimentaria.

“Se requiere de la participación de diversos actores, siempre hay diferentes caminos y alternativas, a través de una asociación todos asumen tareas y participan en la construcción” señalaron.

La cultura del maíz en México

La Milpa de Tepito

En su oportunidad el Grupo de Práctica Regional 1758, realizó la presentación del video y cartel La Milpa de Tepito del colectivo Semillas de Cambio de Tepito, donde recuperaron la riqueza gastronómica, cultural y de identidad que se tiene en la localidad con base en el maíz, como las tortillas, un producto básico que se encuentra en todos los hogares mexicanos.

El video documenta el barrio de Tepito con entrevistas, fotografías e historias que los habitantes de la comunidad compartieron, refleja la importancia y el valor que le dan al maíz, no sólo representa cultura sino también la producción y economía.

En la comunidad hay generaciones que han trabajado y vivido del maíz ya que es el sustento, una economía solidaria que les retribuye a través de la gastronomía. “Las y los productores, están orgullosos de su trabajo, nadie se queda con hambre pues el barrio les da comida, vestido y sustento” señaló la Mtra. María Luisa Moreno Rivera, profesora de la ENTS.

Agroecología como alternativa ante los agroquímicos y sus efectos nocivos a la salud y al ambiente

A nivel mundial cada año hay más población con desnutrición y hambre, el poder de las grandes empresas es mayor en todos los ámbitos de la cadena agroalimentaria, semillas, fertilizantes, plaguicidas, comercialización, distribución, son el poder que impone sus políticas y modelos a escala mundial, aseguró el Ing. Víctor Suárez Carrera, Subsecretario de Alimentación y Competitividad de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

Al respecto señaló que, se requiere de un nuevo régimen agroalimentario y nutricional que ponga fin al neoliberalismo, y coloque en primer lugar el bienestar de la población. Por lo que es vital visibilizar al sector social de la economía. “Es necesario un enfoque sistémico integral con base en derechos humanos, con ejes principales como la soberanía alimentaria, autosuficiencia alimentaria, prioridad en agricultura de pequeña escala, transición agroecológica sin transgénicos ni agrotóxicos y alimentación saludable con el objetivo de construir un sistema agroalimentario y nutricional, justo, saludable, sustentable y competitivo”.

“En este nuevo modelo se busca la revalorización de agriculturas campesinas e indígenas, la transición hacia una agricultura sustentable, producción sustentable y un nuevo marco de regulación global de los sistemas agroalimentarios. Esta es una transformación sistémica compleja, de larga duración y comprende todos los eslabones de la cadena de producción del consumo con el enfoque de derechos humanos” subrayó.

Añadió que la transformación requiere la participación, movilización y organización de todos los sectores productivos, sociales, universitarios, académicos y científicos del país.

“La confluencia de múltiples crisis y el colapso del sistema alimentario global representa una oportunidad para transformar los sistemas agroalimentarios de México y el planeta” finalizó.

Por su parte el Dr. Luis Enrique García Barrios, Director Regional Sureste. CONACYT, destacó que existen muchas alternativas ecologías contra los herbicidas como el glifosato, sin embargo se requiere del dialogo de saberes, aprender la visión de quienes tienen el conocimiento, lo hacen desde la práctica y la academia, para dignificar ambos.

“Un manejo ecológico integral como alternativa, contempla un conjunto de prácticas que en diferentes momentos del ciclo de vida del maíz el agricultor realiza y logra un control, las prácticas del ingenio humano como el policultivo, rotación, suman diversos beneficios a la agroecología” mencionó.

Presentación del Libro: Semillas para el bien común

Como parte de las actividades de la 14 jornada del Día del Maíz, se realizó la Presentación del Libro, Semillas para el bien común, del Instituto de Ecología de la UNAM. Como parte de los comentaristas a la obra, Sandra Paulina Cardona Silva, estudiante de la ENTS, señaló que es un material que sistematiza variedad de casos del maíz, así como su cuidado, un compendio de los rituales y prácticas que las familias han realizado por años para la existencia de las diversas semillas.

“Es un libro que nos invita a querer saber qué estamos llevando a la mesa. Desde la óptica de Trabajo Social, se muestra como desde un ejercicio académico se puede lograr la creación de una herramienta de defensa colectiva” expresó.

El compendio devela una sinergia entre la comunidad académica, legal, estudiantil y comunidades agricultoras, lo que aporta cohesión en el proceso social de búsqueda de justicia, que es uno de los quehaceres de Trabajo Social, en este caso de la defensa de semillas mexicanas.

Por su parte el Lic. David Rivero Fragoso, abogado independiente que ha trabajado en la defensa de derechos colectivos contra la siembra de maíz transgénico en México en diversas instituciones. Refirió que “proteger las semillas es una herramienta para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, es decir, al mantener las semillas en constante diversificación en su medio actual se puede encontrar la clave para lograr una resiliencia al cambio climático, sin necesidad de utilizar transgénicos” dijo.

Explicó que, el tema de derechos de patentes es un tema de derechos mercantiles y derechos humanos, como el derecho a la alimentación, salud, que se encuentran en constante colisión, las semillas son entes de permanente diversificación las cuáles se van adaptando a los cambios del medio ambiente.

“Las y los trabajadores sociales, tienen la tarea de conocer qué es lo que realmente quieren y necesitan las comunidades originarias, colaborar o no con las patentes” indicó.

La Dra. Ana Wegier, del Instituto de Biología de la UNAM, señaló que mantener la diversidad de toda nuestra alimentación beneficiará la salud de todas y todos. Refirió que parte de la riqueza de México es la agrodiversidad, que implica nuevas necesidades, ante un servicio evolutivo.

“La diversidad que se está heredando a las siguientes generaciones no es la misma, tiene mayores riesgos con consecuencias ecológicas y evolutivas. Toda la diversidad de la que nos alimentamos fue hecha y se continúa originando gracias a las comunidades que siguen sembrando y cuidando sus recursos” advirtió.

“Las semillas son el corazón de la agricultura, de la alimentación y autosuficiencia alimentaria de la vida de millones de personas en el mundo”, mencionó la Dra. Malin Jönsson de la Fundación Semillas de Vida A.C. y opinó que este libro es un recuento de la lucha en defensa de las semillas por un bien común.

México es un país megadiverso, centro de origen, domesticación y diversificación de 200 especies de semillas y plantas domesticadas, “hay una biodiversidad cultural en amenaza” comentó.

Explicó que las semillas están en peligro por el modelo neoliberal y el paquete tecnológico híbrido de las empresas, los transgénicos, privatización de las semillas, lo que devalúa la producción campesina, además hay una sobre explotación de la mano de obra y de la naturaleza. “Sin proteger la libre diversificación constante de las semillas perdemos la disputa por la alimentación” apuntó.

El Dr. Iván Jiménez Maya, profesor de la ENTS quien fungió como moderador de la mesa señaló que este libro es un insumo para los procesos formativos, para coadyuvar desde Trabajo Social con la tarea de fortalecer los procesos de acompañamiento y lucha con una base documentada e intervenir en esa sociedad diversa con distintas experiencias de esa milpa social que alimenta.

El libro puede ser consultado de manera gratuita en: https://lancis.ecologia.unam.mx/docs/semillas_para_el_bien_comun.pdf

Metodologías de intervención multidisciplinarias en áreas rurales para la alimentación autosustentable.

En México el 60 % de la producción de maíz de grano proviene de los productores de pequeña escala, informó el Ing. Agrónomo Juan Carlos Márquez Aguilar, Presidente del Centro de Innovación para el Desarrollo Sustentable Agro-Acuícola de la Ciudad de México.

“El Gobierno de México está consciente de la importancia alimentaria, industrial, política, económica, cultural y social que tiene el cultivo de maíz en nuestro país y son los pequeños productores los encargados, mayormente, de la siembra en su forma comercial así como en las variedades nativas” comentó.

Añadió que los pequeños productores aportan alrededor de 60 % de la producción nacional, al unirse con los medianos productores, juntos aportan alrededor del 75 % de la producción nacional de maíz.

Explicó que con el aumento en los precios de fertilizantes, una gran parte de productores volteó a la reconversión productiva, a mirar los procesos agroecológicos que le puedan permitir desarrollar este cultivo de manera autosustentable.

“Es difícil lograr la sustentabilidad cuando por décadas desde la revolución verde se le enseñó al productor a depender de los agrotóxicos. Se requiere hacer intervenciones en las zonas productoras de maíz de todos los órganos de gobierno, instituciones públicas, privadas, centros de estudios y organizaciones de la sociedad civil a fin de poder afrontar esta problemática” aseguró.

Refirió que se requiere de un trabajo multidisciplinario, que permita los procesos de producción sustentable en el sector. Se deben generar estrategias con los agentes del sector rural, conocer los beneficios de la producción autosustentable.

La Mtra. Reyna Camarillo Reyes, profesora de la ENTS, destacó que por décadas las mujeres rurales han buscado alternativas alimentarias, al ser el sostén económico de las familias. Explicó que las estrategias e intervención para el desarrollo de las mujeres implican una promoción, gestión social y organización ante las políticas públicas, tareas del trabajador y trabajadora social.

“La realidad de las desigualdades sociales y los nuevos padecimientos interpelan día a día en las prácticas cotidianas del trabajador y trabajadora social, y desde ahí se crea, construye y se intenta abordar, compartiendo y aprendiendo con los otros en un espacio de diálogo y encuentro, las diferentes expresiones de la cuestión social” mencionó.

La Mtra. Antonieta Bocanegra Aguilar, Directora de la Asociación Civil Uyool Che, A.C., señaló que para la soberanía alimentaria, el enfoque de derechos es muy importante, el derecho a la alimentación, a la salud, al desarrollo, la participación, a un medio ambiente sano, a una vida digna. Así como una producción agroecológica de alimentos en huertos y milpas; ecotécnicas, sistemas de riego con energía solar, captadores de agua de lluvia, pláticas sobre salud alimentaria, grupos de trabajo en comunidades, intercambio de experiencias.

Añadió que la economía solidaria se refiere a un proceso vinculado a la autonomía, libertad y un proceso emancipatorio, colocando los bienes en el sentido de la solidaridad y construcción. El ecotianguis, artesanal, artístico y cultural permite trabajar con las y los productores a través de apoyo a la economía familiar y solidaria, sin embargo, es necesario a la par trabajar la conciencia el consumidor.

Colores, sabores y reflexiones

Durante la jornada de actividades en la Escuela, se contó con la presencia de productoras y productores del campo, quienes a través de un tianguis “La Milpa” expusieron los diversos productos derivados del maíz, gastronómicos, herbolarios, artesanales, culturales, con el objetivo de mostrar a los asistentes una parte de la diversidad que ofrece el maíz en sus múltiples facetas.

Las y los participantes durante la jornada coincidieron en el valor del trabajo multidisciplinario que se requiere para la protección de la soberanía alimentaria y de las comunidades campesinas, para dejar de ver al maíz como un producto comercializable y enfocarse, en su importancia histórico-cultural, en aras de garantizar una alimentación de calidad, digna y suficiente basada en la biodiversidad de las semillas, en beneficio de la sociedad y de las futuras generaciones.

La valorización de la milpa pasa por procesos complejos históricos, requiere de una configuración de la valorización, el proceso de alimentación implica varios actores, desde quienes producen en el campo hasta quienes realizan la preparación de alimentos

Como parte de las actividades realizadas en esta jornada también se llevó a cabo el taller: Importancia de la Nixtamalización, impartido por Concepción Sevilla Vázquez; Yaxem López Sevilla; Grupo Hijas e Hijos De Iztaccíhuatl, donde compartieron esta técnica como un proceso fundamental en la elaboración de tortillas y otros alimentos a base de masa de maíz.

También se realizo una exposición fotográfica “Eva en su paraíso” de Citlali Galván González de la Escuela Nacional Preparatoria No. 7 Ezequiel A. Chávez, así como la obra colectiva Milpa Gráfica, las cuales estuvieron colocadas en el pasillo edificio B 1er. piso, así como el Centro de Información y Servicios Bibliotecarios, respectivamente, presentando variedad de imágenes sobre maíz criollo, las mazorcas y la agricultura; además se contó con la presentación del documental Las Cosechas del futuro, como parte del programa SustentaCinema, en coordinación con la COUS.

Al término de cada día de actividades, las y los asistentes pudieron disfrutar de presentaciones artísticas como el Encuentro cultural, Maíz de mi son, que contempló un concierto de violín, con la interpretación de Omar Felgueres Albarrán, artista independiente; lectura de poesía con la participación de Jimena Razo Cortés; Guadalupe Sánchez Montoya, Ana Itzel Díaz Lucero; y la presentación de Formación Musical CEUX, UAM Xochimilco; así como Música y danza, de Mitzi Jessica Anzures Domínguez, Nayelli Urrutia Luna, y el Grupo Musical Guenda.