ACADEMIA

Usos problemáticos de drogas y salud mental


El 8 de septiembre se llevó a cabo la sexta sesión del Seminario Uso de sustancias psicoactivas: Una visión política, institucional y social, organizado por el Centro de Investigación y Estudios en Discapacidad y Salud (CIEDyS) de la Escuela Nacional de Trabajo Social.

En esta 6ta sesión del segundo módulo: Dimensiones sociales de la salud en el uso de las sustancias psicoactivas realizada de manera virtual a través del canal de YouTube de la ENTS, se contó con la participación del Mtro. Diego Antonio Morales Durán, integrante de la organización Latinoamérica por una política sensata de drogas, quien habló sobre los Usos problemáticos de drogas y salud mental.

Señaló que se pueden tener distintos tipos de consumo de drogas, desde un uso habitual, hasta la dependencia o abuso. Refirió que al consumo de una sola droga se le denomina monoconsumo, mientras que al uso de múltiples sustancias se le conoce como policonsumo. El uso habitual de drogas implica un daño físico, mental y social de nulo a moderado o grave.

Destacó que la inactividad de una persona tiende a volverse espacio para el consumo, ya trasciende a los espacios de ocio, creándose una dependencia grave y daño físico, con rupturas sociales con la pareja o familia, entre otros lazos.

En el caso de consumo abusivo de drogas es evidente el daño a la salud física, social y mental, en este último caso hay presencia de crisis (psicóticas, maniacas o depresivas) derivadas del consumo de sustancias, episodios de sobredosis, presencia de síndrome de abstinencia, se prioriza el consumo por encima del auto cuidado y relaciones sociales, trabajo, familia.

Explicó que generalmente se cataloga a las personas consumidoras de drogas como sujetos con conductas delictivas, sin embargo no siempre el uso de una sustancia garantiza que existan conductas de este tipo en todas las personas.

Es importante reconocer qué aspectos del individuo influyen en el consumo y cuáles están vinculados con alguna otra conducta, ya que muchas personas se vuelven parte del narcotráfico o narcomenudeo algunas veces para mantener su consumo o como una forma de ayuda económica. Además, es necesario identificar si hay algún trastorno asociado al consumo de drogas.

Refirió que de acuerdo con el enfoque de Reducción de riesgos y daños se hace la aproximación desde una intervención comunitaria hasta una intervención individual. Es muy importante tomar en cuenta cuáles son las condiciones que incentivan el consumo en cada caso, ya que las recaídas se producen por los mismos aspectos.

Planteó 3 enfoques sobre el uso de drogas: 1) el prohibicionismo, el cual tuvo mayor esplendor en la época de los años 60, el cual prohíbe toda relación posible con las drogas; 2) el prevencionismo, que apunta a generar condiciones que eviten que la persona llegue al contacto con las drogas, sin embargo sirve de muy poco a personas que ya han sido usuarias de drogas; 3) Consumo de reducción de riesgos y daños.

Al respecto definió como riesgo, una situación adversa o negativa que probablemente se presente o no mientras se realiza una acción determinada; y un daño es la consecuencia negativa que una acción o proceso deja en la persona o el medio.

Explicó que este último más que un enfoque es un posicionamiento ético y político respecto de las sustancias, ya que cuestiona lo que es lícito o permitido para la persona, así como que disposiciones y tendencias son aceptables y cuáles no, esta visión permitirá generar diálogo entre el uso de drogas, los posibles beneficios y algunas alternativas sobre el consumo a diferencia del prohibicionismo o de prevencionismo, que cierran todo diálogo con las sustancias.

Además, este enfoque permite generar estrategias y acciones para reducir el impacto negativo que tiene el uso de drogas en las personas y en la sociedad. No se limita únicamente a los individuos pues se pueden plantear estrategias en las que las comunidades puedan reducir los riesgos o daños sobre el uso de alguna droga.

Ejemplificó que algunos de los riesgos que hay por el consumo de alcohol son: pérdida de control del cuerpo y memoria, vómito, náuseas; y dentro del daño están la resaca, perder pertenencias u objetos. En la reducción de riesgos se puede comer previamente al consumo de alcohol, o no mezclar distintos tipos de alcohol; de la misma forma en la reducción del daño está: mantenerse bien hidratado, no portar cosas de valor cuando se consume alcohol.

Entre las ventajas de este modelo de reducción de riesgos y daños: se pueden identificar áreas de oportunidad, para posibles soluciones a pequeños problemas, dentro del macro problema de consumo de sustancias; no se limita a contemplar la problemática, actúa sobre ella de manera positiva, se contempla el eje social, comunitario, personal lo que va a permitir visualizar que alcances tiene la intervención.

"Hay una posibilidad distinta de acercarse al tema de las drogas, que no es prohibir la droga o evitar que lleguen a ella sino con personas que ya las utilizan hay oportunidad de trabajar, esperando una mejora como la reducción de su consumo, más focalizado o dosificado" finalizó.

Para visualizar la sesión completa visita: https://www.youtube.com/watch?v=iA_4JIkXEmM&t=5505s