ACADEMIA

Foro internacional: La Vejez no es una enfermedad.

Cambios en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11)

En el marco del Día mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez, la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México fue sede del Foro internacional: La vejez no es una enfermedad. Cambios en la clasificación internacional de enfermedades (CIE-11), organizado por el Centro de Investigación y Estudios de Trabajo Social en Gerontología (CIETSGE) de la misma entidad, el Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV) en colaboración con la Facultad de Medicina de la UNAM.

En este espacio se dialogó la vejez desde un enfoque de derechos humanos y sobre las implicaciones que hubiese tenido colocar a la vejez como enfermedad en el marco de la versión vigente de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11).

Lo anterior, luego de la presunta incorporación de la palabra “vejez” en la Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-11), que elabora la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1948, la cual ha provocado diversas posturas entre especialistas y académicos del campo de la gerontología y geriatría.

Los coordinadores del Foro la Dra. Verónica Montes de Oca Zavala, coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV); la Mtra. Graciela Casas Torres, coordinadora del Centro de Investigación y Estudios de Trabajo Social en Gerontología (CIETSGE); y el Dr. Carlos Dhyver de las Deses de la Facultad de Medicina destacaron la importancia de reflexionar desde lo académico sobre los derechos humanos de las personas mayores con un enfoque multidisciplinario.

El Dr. Armando López Leyva, Director del Instituto de Investigaciones Sociales celebró este encuentro y convergencia de esfuerzos con la finalidad de comprender, explicar y proponer distintos aspectos relacionados con el envejecimiento.

“La vejez se ha convertido en los últimos años en un tema de gran interés, de reflexión académica, de trabajo de análisis, de propuestas y de política pública” dijo y señaló que a través de esta coordinación de diversas instancias universitarias se analizará sobre el presente y el futuro de la vejez desde una perspectiva multidisciplinaria.

El Dr. Carlos Dhyver de las Deses en representación del Dr. German Enrique Fajardo Dolci director de la Facultad de Medicina subrayó la importancia del enfoque multidisciplinario. Con este tipo de análisis se permite el registro sistemático para elaborar estadísticas, planes y programas que permitan tener una base de datos para poder realizar investigación. “La única forma de no envejecer es morir. Nuestro éxito es el envejecimiento exitoso y saludable, para esto se necesitan involucrar todos los aspectos psicológicos, médicos, biológicos, entre muchos otros siempre manteniendo un enfoque de derechos humanos” refirió.

La Dra. María Montero y López Lena, en representación de la Dra. María Elena Teresa Medina Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología, señaló que este foro es la construcción de un conocimiento multidisciplinario a favor de la reconceptualización de la vejez con una mirada más amplia. “El reto a partir del desafío que implicó identificar la vejez como una enfermedad, esa imprecisa clasificación y mala interpretación nos hace tener mayor compromiso para la investigación a favor de una vejez digna, diversa y multicultural” indicó.

La Dra. Elba Rosa Leyva Huerta, directora de la Faculta de Odontología, señaló que la salud bucal es un tema importante en la vejez, ya que muchas personas mayores sufren de distintos padecimientos lo que les afecta procesos importantes para poder comer y hablar, perdiendo de esta manera la capacidad funcional.

El Dr. Edgar Iván Mayo Armas, Jefe del Departamento de Seminarios Universitarios de la Secretaría de Desarrollo Institucional de la UNAM, resaltó la importancia de este tema en las agendas, “todos iremos hacia esa etapa y tenemos que llegar de manera digna y cuidada” señaló.

Finalmente la Mtra. Carmen Casas Ratia directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social realizó la declaratoria inaugural del Foro y señaló que este encuentro es una gran oportunidad de converger y construir a través del trabajo interdisciplinario en pro de los derechos humanos de las personas mayores.

Recordó que a partir de los años 70 se robustecieron los prejuicios arraigados de considerar a las personas adultas mayores o a la vejez como una enfermedad, “como un grupo etario no consciente, que no tenía espacio de incidencia”.


Promoción de las capacidades intrínsecas de las personas mayores necesarias para una longevidad saludable.

Una nueva visión del envejecimiento saludable requiere cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos hacia la edad del envejecimiento, transformación que debe ser trabajada a nivel personal, de comunidad, y de los servicios de salud.

La promoción de las capacidades intrínsecas de las personas mayores en los programas de salud pública es fundamental para acabar con el edadismo que se refiere a los estereotipos, prejuicios y discriminación hacia las personas en función de su edad y son un obstáculo para la formación de políticas eficaces y la adopción de medidas relativas al envejecimiento saludable, así lo propuso la Dra. Martha Peláez, consultora internacional en temas de salud y envejecimiento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), durante su conferencia magistral Las capacidades intrínsecas en el marco de la década del envejecimiento saludable y de la vigencia de la CIE-11, realizada como parte del Foro internacional: La vejez no es una enfermedad. Cambios en la clasificación internacional de enfermedades (CIE-11).

Señaló que con el envejecimiento hay cambios fundamentales a nivel biológico y pérdida de la capacidad intrínseca, sin embargo uno de los mitos es que las personas mayores son totalmente dependientes e informó que en la mayoría de los países de América Latina, los adultos mayores de 65 años viven sin limitaciones físicas o cognitivas graves, muchos viven de forma independiente en la comunidad.

El envejecimiento saludable es el proceso de mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. Para una longevidad saludable, se requiere de un buen funcionamiento físico, cognitivo y social. Agregó que al no trabajar la longevidad saludable se aumenta la brecha entre la esperanza de vida y la esperanza de vida saludable, tema que debe ser considerado por la política pública. “Es necesario permitir que las personas mayores más sanas participen productivamente en la sociedad” dijo.

Para lograr que las personas mayores conserven su capacidad funcional, se debe trabajar en la capacidad intrínseca de la persona, es decir las condiciones físicas, mentales, psico-sociales y sus entornos.

Las capacidades intrínsecas que identifica la OMS son la cognitiva, psíquica, sensorial, movilidad y vitalidad. Agregó que cuando se comienzan a perder las capacidades se requiere de programas e intervenciones clínicas para evitar mayor pérdida de la capacidad y función, con terapeutas físicos, emocionales, y entrenadores especializados.

Clasificación Internacional de Enfermedades -CIE-11

El Dr. Carlos Dhyver de la Facultad de Medicina explicó que la CIE-11 es la Clasificación Internacional de Enfermedades elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tiene como propósito permitir el registro sistemático, análisis, interpretación y comparación de los datos de mortalidad y morbilidad recolectados en diferentes países y épocas. Se utiliza para convertir los términos diagnósticos y otros problemas de salud, de palabras a códigos alfanuméricos que permiten su fácil almacenamiento y posterior recuperación para el análisis de la información.

Señaló que esta clasificación se elabora por 10 años, de manera electrónica y en su onceava revisión agregó nuevos capítulos sobre medicina tradicional, salud sexual, trastorno del videojuego añadido a la sección de trastornos de adicción. La CIE- 11 además ayuda a la certificación y notificación de causas de muerte; de morbilidad; de agrupación de casos de diagnóstico; certificados y documentación clínica, es una norma de interoperabilidad en las directrices digitales de la OMS y documentación digital de Covid-19.

De la misma manera señaló que la vejez desde el punto de vista biológico es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad, y en última instancia a la muerte.

En el código MG2A de la CIE-11 se menciona la disminución de la capacidad intrínseca asociada al envejecimiento; así como en el código MB21.0 que habla del deterioro cognitivo de la vejez; código MB47.C que menciona la tendencia a caerse en la vejez, es decir hay códigos que no son específicos, por lo que concluyó que la vejez no puede considerarse una enfermedad ya que exigiría tener un cuadro clínico comprobable por exámenes de laboratorio con tratamiento específico, sin embargo esta CIE-11 estigmatiza a las personas mayores, promueve el edadismo, pues con la vejez todas las personas mayores estarían enfermas.

Por su parte la Dra. Verónica Montes de Oca Zavala, coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV) señaló que a través del tiempo las CIE han recibido críticas sobre la definición de sus categorías por muchas inconsistencias en comparaciones internacionales, ya que la categoría de la senilidad y la vejez tienen características de ambigüedad típicas de las causas lo que afecta la precisión de los análisis y dificultan sugerir políticas públicas sanitarias que puedan tener impacto en el mejoramiento de la salud en la población y promuevan la longevidad.

Enfatizó que no se puede considerar la vejez como una enfermedad ya que llevaría a asumir a todas las personas mayores como enfermas con consecuencias edadistas, discriminatorias, y brechas de desigualdad entre generaciones

Además del tiempo las condiciones sociales, económicas y culturales también indicen en el envejecimiento con entornos que pueden favorecer o demeritar la calidad de vida.

Para aprender a envejecer hay 5 funciones afectivas, de salud, físicas y socialización que permiten llegar a un envejecimiento digno responsable y vital: 1) adaptación a las diversas funciones; 2) adquirir nuevos aprendizajes, tener motivación y nuevos conocimientos; 3) reconocer las emociones que se experimentan, ya que los adultos mayores se olvidan de la ilusión y es necesario mantener la vitalidad por seguir viviendo; 4) promover la creación y mantenimiento de redes para sentirse querible y con capacidad de querer; 5) nutrir un sentido de vida y cultivar la gratitud, para favorecer la función cognitiva y espiritual, así lo puntualizó la Dra. María Montero y López Lena, de la Facultad de Psicología.

Relevancia de la CIE-11 en la orientación y agenda de políticas públicas de vejez

La Lic. Marissa Vivaldo Martínez del SUIEV, UNAM, indicó que en la actualidad permean las diferentes miradas de lo que es la vejez y esto permea en las políticas públicas y en cómo se modifican las alternativas y programas. “Es muy importante la conceptualización de la CIE-11 porque parte de definiciones que marcarán la forma en que se mire la vejez y el envejecimiento en la próxima década, será la perspectiva a través de la cual se reconstruirán las políticas públicas y los sistemas de salud en la postpandemia, además de ser la orientación que las y los profesionales de la salud llevarán a cabo en la práctica médica por ello es importante analizar y discutir la terminología utilizada” subrayó.

La CIE ya ha tenido implicaciones en la política pública que ha llevado a la patologización, medicalización y normalización, “algunos ejemplos pasados son la homosexualidad, la llamada disforia de género, que produjo efectos que permitieron que durante años se violaran derechos humanos, por lo que se ha trabajado mucho para despatologizar estos temas, eliminar prácticas discriminatorias y modificar conductas sociales en materia de derechos humanos generando cambio de paradigmas” aseveró.

Explicó que “entre los beneficios de la CIE es que permite mostrar cuáles son las grandes tensiones de los sistemas de salud que deben ser trabajados, debemos cuestionar lo que debe ser reparado” mencionó.

Capacitación a las y los profesionales de la salud en el envejecimiento

“La aspiración universal de la humanidad es envejecer de manera digna” señaló la Mtra. Graciela Casas Torres, coordinadora del Centro de Investigación y Estudios de Trabajo Social en Gerontología (CIETSGE) quien rescató que los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud, resultado de la distribución del dinero y poder a nivel local, nacional y mundial que depende a su vez de las políticas adoptadas, lo que explica las inequidades sanitarias.

Explicó que desde Trabajo Social, se debe reconocer las diferentes vejeces para lograr una mejor intervención, lo que revela una necesidad de trabajo especializado para los diferentes grupos.

Puntualizó 4 paradigmas de grupos de personas mayores:

    1. El paradigma del problema se encuentra la población de alta vulnerabilidad caracterizada por situaciones de pobreza, víctimas de violencia, maltrato y abandono.

    2. El paradigma del reto o prevención es un grupo de población que no se encuentra en vulnerabilidad pero cuentan con redes sociales básicas de familia, con pensiones no contributivas, el reto es mantener esa autosuficiencia y trabajar la prevención.

    3. El paradigma del cuidado es un grupo que no se encuentra en condiciones de marginalidad, tienen redes conformadas de familia y otros servicios, cuentan con pensiones no contributivas o seguro social y el reto en salud es mantener la mejor calidad de vida ante la dependencia.

    4. Mientras que el paradigma de la oportunidad, es un grupo de la población que interviene en muchos espacios de participación activa, el reto es mantener la funcionalidad vigilando su salud y comorbilidades.


Apuntó que en la realidad los paradigmas se pueden cruzar, sin embargo desde Trabajo Social se debe recuperar la práctica asistencial con enfoque de derechos humanos priorizando los estilos de vida saludables y promover la participación social para un envejecimiento activo y saludable.

“Para las y los profesionales se requiere de una actualización permanente con enfoque de derechos humanos en las prácticas” aseguró.

Por su parte la Dra. Liz Hamui Sutton de la Facultad de Medicina explicó que en la práctica clínica las y los profesionales de la salud deben contar con las competencias para la atención médica con conocimientos, habilidades y actitudes. Uno de los actores importantes en el curso del envejecimiento es el médico, sus encuentros suceden en encuentros clínicos, que requieren consideraciones para el respeto a los derechos humanos como: citas puntuales, uso de lenguaje coloquial, tiempo suficiente en casos complejos, mayor afectividad en situaciones de discapacidad, explicación en la toma de medicamentos, acompañamiento para guiarlos y contar con sillas de ruedas, bastones, entre otro

Informó que algunas de las limitaciones en la comunicación durante la consulta son: poco diálogo sobre la dimensión emocional, sociocultural y no tomar en cuenta los contextos.

Concluyó que para replantear las relaciones dentro y fuera de la clínica se requieren médicos con sensibilidad hacia las personas mayores, repensar las estructuras sociales en las que la vejez sea clave de inclusión y equidad, sin prejuicios ni discriminación, así como tender puentes entre las necesidades individuales y comunitarias.

Por su parte la Dra. Rosa María Ostiguín Meléndez de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia señaló que en la disciplina de la enfermería existen 3 ejes sustantivos: entender que la persona es sujeto de cuidado en el marco de la dignidad; que las y los profesionales están obligados a evitar el daño; y que toda acción de cuidado directa o indirecta con la persona este sustentada en actos de inclusión.

“Cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos respecto a la edad es fundamental para ofrecer medidas de promoción a la salud orientadas a la prevención de enfermedades y a la participación activa en la medida de las capacidades de las personas mayores para que participen de sus propios cuidados sin perder de vista el contexto social, saber escuchar y dialogar con un adulto mayor es un arte” expresó.

Finalmente la Dra. Aida Borges Yáñez de la Facultad de Odontología, resaltó la importancia de la salud bucal, ya que muchas personas mayores mantienen indiferencia a este tema, adaptándose a las dificultades funcionales como el masticar, lo que impacta en su calidad de vida y refirió que la educación dental en el cuidado de personas mayores debe buscar un enfoque multidisciplinario para abordar mejor las necesidades

La Dra. Rebeca Wong, investigadora de la Universidad de Texas Medical Branch, USA resaltó la importancia de la generación de datos e información para el análisis del envejecimiento y la salud de la población México. Opinó que los estudios nacionales y longitudinales son valiosos para entender los efectos de las diferentes políticas y programas sociales.

Para visualizar el Foro completo visita: https://www.facebook.com/ENTSUNAMOficial/videos/445793187359748/