Volver a clases en la Facultad

A través de la Resolución 867/202, la Facultad ha dispuesto que durante el segundo semestre del año 2021 los regímenes de cursado se desarrollen a través de los entornos virtuales de aprendizaje (EVA), creados oportunamente por cada división y/o cátedra en la plataforma de aprendizaje Moodle, incluyendo pautas mínimas de presencialidad (cursado virtual con presencialidad acotada)

De esta forma, volver a clases presenciales va a implicar necesariamente la construcción de nuevos modos de organizarnos, de relacionarnos y de vivir la experiencia educativa. Cada una de las actividades y rutinas que hasta ahora resultaban conocidas por todos los miembros de nuestra comunidad educativa deberá ser revisada a la luz de las medidas de protección y seguridad que favorezcan el cuidado de todas y todos, cada una y cada uno.

En síntesis, se deberá tener en cuenta que:

  • se desarrollará una clase cada 15 días,

  • el contenido de cada clase presencial complementará a los propuestos en la virtualidad (clases, videos y materiales en el aula virtual),

  • no será obligatoria para los estudiantes,

  • continuaremos con la propuesta virtual en aulas y clases por videoconferencia,

Una de las dimensiones más importantes y a la vez más complejas en la enseñanza presencial será asegurar el “distanciamiento social”. Diseñar formas y estrategias que favorezcan este tipo de conductas demandará un esfuerzo creativo y cuidadoso para proteger a toda la comunidad educativa.

En tal sentido, aquí podrán encontrar algunas orientaciones pedagógicas para la vuelta al aula presencial, reiterando que las actividades presenciales asumen un carácter optativo y no reemplazan la virtualidad de la enseñanza, pues sigue siendo éste el ámbito obligatorio y el que garantiza la posibilidad de cursado.

La clase como un momento que vale la pena vivir

Entendemos que enseñar supone necesariamente la acción conjunta de quien enseña y de quien aprende, se trata de un proceso de construcción de vínculos. Desde esta perspectiva se atribuye un carácter vital a los intercambios que suceden en las aulas a propósito de las situaciones didácticas.


El encuentro cara a cara supone una gran logística que debe garantizar el cumpliento de los protocolos y, a través de ellos, el cuidado de la salud. Por tanto, la presencialidad debería ser un acontecimiento que merezca la pena ser vivida, tanto para profesores como para estudiantes.

Volver a clases en la Facultad supone reconstruir la corporeidad del ritual de la enseñanza. En este sentido, habitar la Facultad y sus aulas físicas se transforma en un nuevo desafío.

“Ojalá la pandemia nos haga darnos cuenta de que ya la mera presencia corporal del otro tiene algo que nos hace sentir felices, de que el lenguaje implica una experiencia corporal, de que un diálogo logrado presupone un cuerpo, de que somos seres corpóreos”

- Byung-Chul Han.

Consideraciones para pensar la clase presencial

No desconocer lo vivido

Nos volvemos a encontrar y, de alguna manera, ya no somos iguales que antes. Como individuos, hemos transitado este tiempo de aislamiento de manera diferente con situaciones y circunstancias muy distintas. Los temores, las dudas, los miedos, la incertidumbre son solo una parte del vasto espectro de emociones que hemos vivido en este tiempo. La convivencia con la familia u otros referentes, la posibilidad de haber estado enfermo o enferma, o que alguien querido lo esté, también forman parte de todo aquello que nos ha hecho sentir, pensar y vivir distinto. Reconocer la diversidad de estas vivencias, darles lugar en nuestra comprensión de lo que significa ser una comunidad educativa resulta fundamental a la hora de diseñar estrategias de reencuentro.

No olvidar

Para muchos estudiantes puede que sea su primera clase en la facultad, porque son estudiantes de primer o de segundo año que solo asistieron presencialmente al ciclo de nivelación 2020.

Las clases presenciales no reemplazan la clase virtual

Se invierte la relación histórica que anteriormente tenía vigencia en la Facultad. Lo obligatorio pasa a ser la virtualidad y la presencialidad será solo un complemento. Todo lo que signifique de acceso obligatorio para los estudiantes (contenidos, actividades, información útil) seguirá disponible en el aula virtual. Es importante considerar entonces a la presencialidad como un agregado que alberga nuevas oportunidades al trabajo docente y no pensarlo como un obstáculo que se añade a las complejidades de la virtualidad. La presencialidad y la virtualidad pueden pensarse como instancias conjuntas, que se acompañen y complementen entre sí, a partir de lo cual la presencialidad puede considerarse como una instancia de reconocimiento y re-encuentro.

Nuevas formas de habitar las aulas

La continuidad con lo virtual y la disminución en la cantidad de estudiantes posibilita el abordaje de los contenidos de modos distintos a los que utilizabamos cuando las clases se daban en aulas abarrotadas de estudiantes. Podríamos pensar que este sea el momento para implementar nuevas actividades y/o modos de enseñanza valiéndonos de las condiciones que el contexto nos ofrece.

Desde FyPE se llevó adelante el Taller Colaborativo “Vuelta a la presencialidad” con el propósito de delinear algunas formas de trabajo en el aula presencial durante el segundo semestre. El diálogo junto a los/as docentes permitió diseñar diversos escenarios y alternativas posibles para las instancias presenciales que se comparten en el siguiente documento:

Para que los estudiantes participen activamente se recomienda:

1

Seleccionar temas acotados, posiblemente complejos, que puedan ser abordados en el tiempo que dure la clase.

2

Proponer ejercicios, casos, ejemplos que permitan problematizar, intercambiar, debatir acerca de su resolución.

3

Invitar a la participación a través de preguntas, actividades lúdicas, que impliquen desafíos cognitivos.

4

No olvidar cuestiones que permitan promover la empatía: actividades de presentación, de encuentros entre personas que después de mucho tiempo de aislamiento se encuentran para enseñar y aprender.

5

Recordar que cada aula cuenta con computadora, parlantes y proyector, si es necesario realizar alguna presentación o actividad que requiera estos recursos.

Para más información, se comparten las siguientes ayudas para el aula:

Ayuda Nº 3

Dinámica de trabajo en grupo

Ayuda Nº 5

Habilidades comunicativas

Ayuda Nº 6

Gamificación

Volver a las aulas para reconstruirlas

“¿Qué queda de los espacios físicos de roce de fricción de gestualidad de corporalidad en fin en donde el enseñar y el aprender se sostenían en vínculos de olor y sabor? ¿Qué queda del educador que toma la palabra y la democratiza a través de los sinuosos caminos de las miradas y las palabras de los estudiantes?”

- Skliar, C., 2020

Volver a las aulas presenciales no significa que tengamos -o que podamos- volver a pensar las clases de la misma manera en la que lo hacíamos antes del aislamiento. No somos los mismos de aquel entonces, algo de lo que sucedió el pasado año tiene que haber interpelado nuestro oficio docente, nuestras maneras de hacer docencia, nuestras formas de “dar clases”.

La invitación no es volver a la normalidad de las aulas, sino de reconstruirlas desde el establecimiento de nuevos vínculos pedagógicos y desde una propuesta renovada de trabajo con el saber y con los otros, siempre construyendo lazos de sostén y cuidado.