Durante el curso 2020/2021 celebramos el 25 aniversario del Servicio de Orientación Universitaria. En la Jornada de conmemoración Manuel Marroquín, Director del SOU, hizo un repaso de los hechos más destacables de estos 25 años del Servicio de Orientación Universitaria y también tuvimos la oportunidad de escuchar la conferencia a cargo de Amaia Mauriz "La sorpresa del encuentro con el otro: desafíos y regalos".

La fundación del SOU de la Universidad de Deusto tuvo lugar hace 25 años y se producía en un contexto muy poco sensible a la orientación y el acompañamiento. Lo cierto es que la única orientación existente por entonces estaba constituida por los consejos de algunos profesores y profesoras más asequibles y cercanas a los estudiantes que con gran generosidad transmitían el producto de su experiencia y conocimiento.

Aun apreciando en sumo grado esa labor de orientación docente, se echaba de menos una orientación más amplia y no meramente circunscrita al ámbito académico.

En ese sentido se puede decir que el trabajo del SOU fue no solamente pionero en el contenido propio de la orientación, sino que además tuvo que enfrentarse a muchas dificultades institucionales y ambientales.

Desde su fundación el SOU tuvo muy claro que su objetivo primario e ineludible era la ayuda a la formación y desarrollo del estudiante, y que el instrumento principal de dicha ayuda era indudablemente el tutor. Esta afirmación hoy admitida casi unánimemente, no lo era así inicialmente ya que esta figura no era valorada ni reconocida, dada la ausencia de una verdadera cultura de la orientación en el panorama académico universitario.

Sin embargo una progresiva sensibilidad dio lugar a regulaciones como el Decreto Ministerial del 30 de diciembre del año 2010, que establecía la obligatoriedad de la denominada “Tutoría de titulación”, que debía facilitar la adaptación del estudiante al entorno universitario, la configuración de un itinerario curricular atendiendo a sus necesidades, y la transición a un mundo laboral vocacionalmente elegido.

Impulsada por este nuevo decreto el SOU reforzó la implicación de las Facultades a través de los Coordinadores de estudiantes -constituidos como parte del SOU-; la elaboración del Proyecto de Acción Tutorial (PAT), guía de la actuación tutorial a lo largo del currículum universitario; la creación de diversos recursos de formación que ayudaran al tutor en el desempeño de sus funciones; y una comunicación más directa y fluida con los equipos de tutores de la universidad.

Todo este bagaje histórico se enfrenta ahora ante un futuro exigente y novedoso. No pretendemos responder a este futuro desde la comodidad de unos logros ya conseguidos, sino desde la incomodidad creativa de respuesta a unas nuevas necesidades apremiantes.

Como es bien sabido, toda orientación tiene una determinada concepción del ser humano. Nuestra fundamentación psicológica ha mostrado siempre un carácter humanista abierto a la trascendencia. En esta nueva andadura pretendemos potenciar dicha base mediante la aportación de las nuevas tendencias humanistas que nos inspiren y nos recuerden el sentido último de nuestros procesos de acompañamiento como pueden ser la teoría de las Necesidades Relacionales y algunas aportaciones puntuales de la Psicología Positiva.

Sin embargo, debemos contextualizar dichas teorías en la realidad en la que se desarrollan nuestras vidas. Más concretamente, en la realidad de una pandemia cuyo doloroso impacto estamos experimentando todas las personas de un modo u otro. Se trata de conseguir que nuestra orientación tenga en cuenta las realidades que nos afectan: el sufrimiento, la angustia, la solidaridad, el sentido de vida, la resiliencia, el perdón, la gratitud, etc. Se trata de hacer una orientación encarnada y enraizada, que responde a una verdadera necesidad vital.

El SOU deberá además responder a los desafíos de esta nueva vertiente futura con creatividad no sólo por lo que se refiere al contenido de la orientación, sino también a su metodología, una que permita acceder al estudiante de la manera más eficaz posible.

En este sentido será necesario conseguir la creación de nuevos canales de comunicación en la mayoría de ámbitos posibles (oral, visual, gráfico, presencial, online, etc.), que no solo alcance al alumno en la mera relación presencial del aula o del despacho, sino también llegando a él de la manera más eficaz posible, lo cual deberá exigirnos un esfuerzo de adaptación acomodada al nuevo contexto situacional.

El SOU en su nueva etapa mantiene y ratifica por supuesto, su apuesta por el estudiante como objetivo primordial de su acción orientadora, pero pretende hacerlo desde una visión innovadora y contextualizada, que aleje los temores formulados por la visión del P. Arrupe y plasmados en la entrevista realizada para el New York Times: “No tengo miedo al nuevo mundo que surge… Me espanta, sin embargo, que podamos dar respuestas de ayer a los problemas de mañana”. El alejar definitivamente estos temores será la tarea del SOU para las próximas etapas.

Manuel Marroquín

Director del Servicio de Orientación Universitaria