Hola familia, me siento muy agradecida por el reciente nombramiento de enlace y aunque no tengo ningún recorrido, me atrevo a compartir con vosotros cómo estoy viviendo este envío de la Comunidad en la Misión de acompañamiento en el CIE de Tarifa.
En las visitas sientes la necesidad de descalzarte, estás “pisando tierra sagrada”. Estás acercándote a “escuchar” a los últimos, los ignorados, los descartados. Reconoces en ellos a ese Jesús sufriente, los bienaventurados, privados de libertad pero llenos de “esperanza” por encontrar una vida mejor. Los sentimientos que se producen son contradictorios, sientes alegría y tristeza a la vez. El rato que pasas con ellos es muy gratificante porque ves las ganas que tienen de aprender, la ilusión por comenzar una nueva vida y lo buena personas que son, en general.
Pero mi corazón se rompe al pensar: “¿Cuándo salgan del Centro y se topen con la realidad, qué será de ellos?”. La Comunidad se siente interpelada ante esta desgarradora pregunta. El ser consciente de que estás allí, no por tu mera decisión, que en última instancia es así, sino porque estás enviada por tu Comunidad, le da a la misión una dimensión Evangélica y Comunitaria.
Es toda la CVX la que viene con nosotras. Hemos recibido el envío, sentimos el acompañamiento vuestro plasmado en el interés que la Comunidad expresa por esta Misión y evaluaremos nuestra presencia juntos.
Para finalizar quiero pediros a todos que recéis por estas personas que están privadas de libertad, para que en sus corazones siga ardiendo la llama de la esperanza. Y os pido que recéis también por nosotras, para que seamos capaces de seguir “escuchando y acompañando” estas situaciones de injusticia, personas encerradas, privadas de su libertad por haber nacido en otro lugar y buscar en otra tierra la oportunidad de ser felices y vivir en PAZ.
Un fuerte abrazo.
UNIDOS EN LA MISIÓN.
Pilar, CVX Jerez. 11de febrero 2017.