"En eso, sonó la puerta.
-Pase, dijo el detective
Inmediatamente se abrió la puerta y entró una señora muy bien vestida de unos 40 años, con el pelo canoso y rasgos alemanes. Tenía una expresión inquieta, como si alguien la estuviera persiguiendo.
-Buenos días, ¿en qué la puedo ayudar?
-Buenos días. Soy Emma Haeger y necesito de sus servicios.
El detective habló por un rato con la Señora y resultó ser la hermana de Viviana Haeger, la mujer de 50 años con una fortuna extraordinaria que había estado desaparecida por 42 días y que su propio marido la había encontrado en el entretecho de su casa. Esto había ocurrido recién esta semana y la prensa se había vuelto loca."