El Personaje

M. Sc. Karla Alvear

nos pide que esta sección, por esta ocasión, se llame “persona”

Una mujer sabia, despertó un día y se miró al espejo. Notó que no había pasado mucho tiempo desde que sus pasos la condujeron a través de sus sueños. Comenzó a hilar sus recuerdos, en el primer nudo recordó su juventud, a sus amigos riendo a carcajadas con su uniforme azul marino militar; a nudo continuo, pasó por su mente la era periodística juvenil que siempre ha sido impulsada por su pasión: el arte y la literatura. Así, deshilando momentos, conoceremos a Karla Sofía Alvear Veintimilla, sus inicios como voluntaria juvenil, sus logros dentro del Instituto Superior Tecnológico Cruz Roja Ecuatoriana, hasta su actual misión con la Federación Internacional de Cruz Roja.

<<Mis inicios en el ISTCRE datan en el 2008, cuando me permitieron realizar prácticas pre profesionales de psicología, dos años después, me vinculé como docente en las cátedras de salud mental y bioética. Ya en el 2010, recibí la propuesta para, junto con Rocío Villacís, inaugurar el Departamento de Bienestar Estudiantil que ha ido evolucionando con el tiempo>>, explica Karla.

El análisis que Karla lideró, durante sus prácticas pre profesionales, fortaleció, a través de los resultados obtenidos, el proceso de creación del perfil de ingreso de los aspirantes al ISTCRE. Cuando un profesional docente o administrativo se vincula con la institución, adquiere un compromiso de calidad académica, pero también de apoyo voluntario en los proyectos de vinculación con la comunidad del ISTCRE, Karla menciona << En mi primer turno de ambulancia - sonríe-, con Silvia Quintero, tuve la sensación de estar lista y de cumplir con mi propósito. Reconocí que mi presencia podía hacer la diferencia para quien lo necesitara. La persona que atendimos ese día, estaba asustada, aparte de las lesiones ocasionadas por un accidente vehicular, necesitaba sentirse acompañada y contenida, entendí que una atención integral hace la diferencia>>.

El ISTCRE, una vez más, fue pionero en resaltar la importancia de tener personal preparado en la atención integral de la persona, que incluía la Salud Mental, por ello, se decidió por la contratación de dos profesionales que iniciaron este proceso de atención integral en la institución.

Quien conoce a Karla, a profundidad, sabe que los libros han sido siempre su mundo y que la pasión por el “otro” viene de una herencia familiar fortalecida y pegada a ella desde muy pequeña, <<mis padres han estado siempre vinculados a trabajar con y para la gente, mi padre médico, mi madre docente y mi abuelo periodista. Cuando viajé a Estados Unidos, comprendí que no hay camino, que cada certeza o idea que puede ser angular se disuelve, porque el mundo es complejo. Esta sensación de saber que así es el mundo y ver cómo los paradigmas se caen, es lo que agradezco, ver con ojos nuevos todo el tiempo>>, señala.

En su estadía en Estados Unidos, tuvo la oportunidad de conocer el país de dos formas distintas, como turista y después como migrante. Esta última, le permitió conocer a cientos de migrantes, ella ingresó al país con visa, mas no así las personas con las que compartió lugares de trabajo, evidenció sus relatos y el dolor a través de ellas. <<Esas historias de gente real con historias reales me conmovieron y se clavaron en mi corazón. Vi que el mundo es mucho más amplio, que somos diversos pero que existe una esperanza que nos une. La necesidad de todo ser humano, no importa de dónde venga, es el pertenecer, a un grupo, a una sociedad...y esto es lo que me impulsó a querer trabajar con personas, supe que quería tener más recursos, no solamente la voluntad, disposición o corazón, necesitaba herramientas que ayudarán a la gente a encontrarse con ellos mismos y sanar>> relata.

El 911 sigue latente en la mente de muchas personas, Karla, con profunda solemnidad en su mirada, lo describe como un luto nacional por meses, una ciudad herida con un funeral que no acababa, este hecho la llevó a encaminarse a la profesionalización en psicología sin abandonar su espíritu voluntario.

Su servicio voluntario inició a los 16 años de edad, participando activamente con varias organizaciones; sobre si existe alguna diferencia entre ser voluntario de Cruz Roja o de cualquier otra institución, Karla agrega: << La diferencia de Cruz Roja es que engloba muchas áreas, hay un espacio para todos, no solo para los que saben hacer esta cosa u otra, para quien construye una casa o hace reír a un niño, Cruz Roja piensa en el ser humano y la comunidad como un ser integral, entonces, los talentos, dones y habilidades encontrarán un sitio donde pueden calzar y contribuir con las miles de manos que se unen y forman el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja>>.

Sobre el significado de ser voluntario, añade: << El voluntario, pienso, no es mejor que nadie, más bien tiene una sensibilidad por lo que tiene que agradecer, no creo que sea un ser especial o diferente, sino una persona que ha sido bendecida con la sensibilidad de mirar al otro y de encontrar en el otro un igual. Sin ser ingenua, involucrarse con el dolor duele, pero si nos permitimos mirarlo nos traerá transformación, porque el dolor no necesariamente destruye, puede llevarnos a mirar cosas que de otra manera no veríamos>>.

Nos damos un pequeño respiro, sentada nuevamente frente a ella, nos acompañan una taza de café y una tarde nublada; con todo el preámbulo que antecede, le invito a retomar nuestra conversación con una frase que le signifique, su mirada se profundiza y lee desde su teléfono: “La vida es un viaje heroico y nos invita a algo mayor que la resignación: el asentimiento activo que es sintonizar con los propósitos de la vida reconociendo los hechos ya ocurridos, su potencial para guiarnos hacia un mayor amor y una más amplia apertura del corazón, que no se logran sin sentir los límites y la humildad, Joan Garriga”.

<<La escogí porque es lo que pienso de la vida, es un camino no hecho, no exento de dolor, lo que no está mal, el sufrimiento y las adversidades tienen tanta riqueza como las cosas que llamamos positivas, nos dan la oportunidad de ablandar el corazón, permitiéndonos reconocer el dolor en el otro para tenderle una mano, decirle, realmente, que sí es posible otro camino, otra solución. La adversidad y el aprendizaje viene, muchas veces, en esta envoltura del dolor, porque no hay un corazón más abierto que aquel que ha podido recibir ese dolor del uno y del otro, de la vida misma>>.

Nos invita a pensar en cómo podemos apoyar a otros si no hemos apoyado, siguiendo el hilo de la conversación, lee: <<no es necesario tener un gurú ni un consejero para crecer, los maestros se presentan en todas las formas y con toda clase de disfraces, los niños, los enfermos terminales, una mujer de limpieza, todas las teorías y todas las ciencias del mundo no pueden ayudar tanto como un ser humano que no teme abrir su corazón a otro>>.

La resiliencia nos ha sido descrita a través de estos párrafos, una resiliencia personal, propia e individual. Coincide en que la resiliencia comunitaria es saber que las personas necesitamos unos de otros, que solos no lo podemos hacer y que en nuestros dolores nos reconocemos para poder generar vida a partir de lo que hemos vivido. Entiende que la fortaleza de los pueblos que han sufrido mucho nace desde el saber reconstruirse y de vivir la experiencia del dolor en comunidad.

La misma mujer, descrita al inicio de esta entrevista, nos deja con un profundo deseo de soltarnos y empezar a caminar y viajar por el mundo. Ahora ella, emprende un viaje como personal técnico en apoyo psicosocial representando a la Sociedad Nacional de Cruz Roja Ecuatoriana.

Con toda esta experiencia adquirida, eres parte de los grupos nacionales de intervención (ENI) de Cruz Roja Ecuatoriana ¿Qué responsabilidades conlleva ser miembro de estos equipos?

Siempre he dicho que el servicio es un honor, porque nos permite interactuar con las personas y poder entregar y recibir lo que tenemos. Ser parte de los ENI, concede una responsabilidad, es mirar y preguntarse ¿qué hago con esta formación? ¿cómo puedo dar luz para mí y los demás? No es una brillantez mía, pero desde niña me enseñaron que esta luz no se nos fue dada para ponerla debajo de una mesa, sino para ir iluminando a otros, entonces, ser parte de estos grupos ha sido como recibir esta antorcha para ir prendiendo a otra y originar un gran fuego, haciendo que la red territorial esté mucho más fortalecida y con más herramientas.

¿Cómo nace el sueño de no querer quedarnos en el país e ir a apoyar a otras comunidades?

Cuando hacía voluntariado en las calles de New York, atendiendo llamadas telefónicas en las líneas de ayuda, repartiendo café, hablando con migrantes sin hogar, conocí los rostros, los idiomas, y el amor. Entonces me reconocí como una persona del mundo, y por ello me gusta tanto viajar, porque en cada viaje encuentro en nuestras diferencias conjuntos comunes que nos hacen ser humanos. Un amigo, con mucha más experiencia ya que ha estado en más de 86 países, me compartía que en las comunidades hay anhelos y esperanzas semejantes, independientemente de la cultura, religión y vivencias.

Mientras tomo apuntes, menciona la fábula de Gardel, su canción favorita y expresa: <<Tengo un par de zapatos, muy de peregrino, no son zapatos, sino que son caminos>>.


Con esta exquisita frase, sobre caminar hacia dónde queremos, o hacia donde no, ahora sus pies de peregrino la están llevando a su primera misión con la Federación Internacional de la Cruz Roja, ¿Qué significa esta primera misión?

Que no pertenecemos a ningún sitio, moverme, es un privilegio muy grande porque siento que tengo esta responsabilidad de mirar, de poder visibilizar lo que la gente necesita, ser lo suficientemente sensible y entender lo que para mí quizá no sea tan obvio y que doy por sentado.


En una sola palabra, ¿Qué le da esta misión?

Voz, - sonríe-, vida y gratitud.


La conversación se va cerrando, hemos abordado tintes de psicología, movilidad, sueños, voluntariado, caminos y Cruz Roja. Karla nos pide que esta sección, por esta ocasión, se llame “persona” <<el cambio de personaje a persona se da porque por mucho tiempo estuve con el personaje de lo que yo debía ser- sus ojos se llenan de lágrimas y sonriendo continúa- justamente por todas estas corrientes y vertientes de las que yo crecí, de las misiones que yo misma me había puesto en la cabeza que debía cumplir, tenía un traje, un personaje que a la gente le agradaba, que calzaba. Pero cuando llegó un momento de mi vida, muy duro, en dónde ya no me reconocí, el telón de la obra cayó, me sentí libre, me quité la capa y la máscara. Me descubrí a mí con otros ojos, quedarme sin nada en todo el sentido fue la riqueza más grande, porque solo cuando me vi desnuda y con la manos vacías permití que otras cosas comenzarán a llenarme, no para construir un nuevo personaje, sino para que donde esté o a donde la vida me lleve, recordar que ahora me tengo.


Cerrando esta enriquecedora entrevista, y ahora que Karla se tiene como persona ¿en dónde está el corazón de Karla?

En la vida con todo lo que eso implica: los encuentros, las personas, las misiones, caminos, aprendizajes y las pérdidas que implique…en la vida.