Sonata op. 13 n. 8 “Pathétique”. Ludwig Van Beethoven
Ludwig Van Beethoven (1770-1827) fue un compositor alemán durante la época del Clasicismo, pese a que es considerado un precursor del Romanticismo por crear ciertos rasgos característicos en sus obras. “La Patética” está compuesta por un primer movimiento (forma sonata, grave- allegro de molto e con brio), un segundo movimiento (adagio cantabile) y un tercer movimiento (rondo, allegro). Se le denomina “Patética” de manera coloquial desde el 18 de diciembre de 1799 por la publicación de la obra por Franz Anton Hoffmeister, y su designación se usaba para indicar intensidad emocional, un concepto que atrajo a los miembros de la sociedad formal de la época.
El primer movimiento comienza con una introducción lenta que recuerda al estilo de la obertura francesa (una introducción lenta y solemne que se desarrolla en una obra más extensa, que en origen constaba de 2 partes, una introducción lenta y una parte más rápida y ligera, que proviene de la Ópera y su precursor Lully, aunque se extendió su uso a cualquier composición musical instrumental). En este primer movimiento la introducción lenta presenta contrastes dinámicos muy abruptos y acordes pesados en ritmos con puntillos, características habituales y definitorias de la obertura francesa. Esta introducción se utiliza más tarde de nuevo antes del desarrollo del motivo principal y como pequeña coda. El motivo del segundo tema del primer movimiento, que aumenta la velocidad, utiliza un bajo trémolo característico y superpone las notas en un registro muy alto y bajo a modo de clímax (desarrollo).
En cuanto al segundo movimiento, éste cuenta con una melodía suave con dos desarrollos o cambios y una pequeña coda. Es el movimiento más conocido de esta sonata, y su melodía está construida con grupos de frases que despiertan la curiosidad al escucharla. Por su parte, el tercer movimiento tiene la estructura típica del Rondo: ABACABA-coda, y se observa el uso de los registros bajos de nuevo para crear efectos dramáticos.
En la coda, se utiliza una serie de rápidos sforzandos, lo que provoca un ansia y suspense final. La sonata tuvo gran popularidad inmediata, está dedicada al príncipe Karl Lichnowsky (1761-1814), amigo de Beethoven, y este la compuso a la vez que una colección de Seis cuartetos de cuerda y la Sinfonía n.1, op. 21. Lo más característico de esta obra es el gran contraste que se presenta. Beethoven se dedicó a explotar los recursos pianísticos que pudiera en base a su curiosidad, por lo que a lo largo de los tres movimientos de la sonata se puede observar un gran contraste y cambios en la armadura, emocionales, de estructura y de sonoridad.
Étude op. 2 n. 1. Aleksandr Scriabin
Aleksandr Scriabin (1872-1915) fue un compositor ruso del Postromanticismo y el Atonalismo libre, y es considerado uno de los compositores más innovadores de la historia de la música. Con apenas 15 años, en 1887, compuso este estudio, que es el primero de los 24 Estudios que compuso a lo largo de su vida, y que se encuentra dentro de sus “Trois morceaux, op. 2”. Utiliza como modelo a Chopin, de quien se inspira para crear melodías, armonías y texturas con clímax muy habituales de este compositor. A medida que avanza en sus composiciones, Scriabin muestra una clara evolución en sus obras para piano.
Este estudio tiene un carácter melancólico, arrebatador y desolador, y cuenta con una posición de los acordes con intervalos de gran amplitud, a modo de experimento de las posiciones en el piano. Los matices acentúan mucho las cuatro voces que se presentan durante toda la obra, y la presencia de sonoridades amplias y de gran complejidad crean una atmósfera mucho más intensa que otras obras como las Invenciones de Bach o las Sonatas de Mozart.
Polonesa op. 26 n.1. Frédéric Chopin
Frédéric Chopin (1810-1849) fue un compositor polaco durante la época del Romanticismo, y tuvo una notable influencia en autores posteriores como Franz Liszt o Sergei Rachmaninoff. Es uno de los más grandes pianistas de toda la historia de la música. Las obras de Chopin son características por su estilo rompedor opuesto a los cánones tradicionales del Clasicismo, su juego con el pedal, cambios abruptos de velocidad y su influencia en las emociones del oyente. Esta polonesa fue escrita en 1836 y, junto con la Polonesa nº 2, se la dedicó a Joseph Dessauer, amigo personal del compositor. Las Polonesas op. 26 resultan ser sus primeras polonesas publicadas.
Apreciamos además del ritmo característico de las polonesas, elementos dramáticos y de bravura que aparecen con regularidad durante toda la obra, y una línea de escritura más lírica como base que ocupa secciones enteras. La obra, compuesta en do-# menor, modula a re-b mayor, por lo que apreciamos un cambio tanto en la melodía como en el carácter cuando está en una tonalidad o en otra. Se puede notar un gran contraste entre ambas modulaciones, ya que la que está en el tono original (do-# menor) es mucho más enérgica y apasionada, mientras que la que modula a re-b mayor tiene un carácter más dulce y sentimental, aunque también posee un tono más duro dentro de todo el suave lirismo.