Concierto nº 5 en La Mayor KV 219. W. A. Mozart
Allegro aperto
El Concierto para violín y orquesta nº5 en La Mayor KV 219, más conocido como el "Concierto turco", se considera la obra más reciente y, quizás, la más revolucionaria de todos los conciertos para violín de Mozart. Este nombre se debe a que Mozart utiliza en el tercer movimiento algunos temas y ritmos propios de la música folclórica turca.
El Allegro aperto que abre este concierto destaca por su estructura peculiar y su carga emotiva. Tras un arranque orquestal animado y jovial, el violín solista irrumpe de forma inesperada con un adagio breve, creando un momento de calma y meditación que contrasta con la viveza mostrada anteriormente. A continuación, el movimiento retoma el pulso vivaz y establece un intercambio energético entre el solista y la orquesta, alternando pasajes ligeros con melodías elegantes e incluso dramáticas. El culmen de este movimiento llega con la cadencia escrita por Joseph
Joachim, que combina el material y carácter propios del concierto con el virtuosismo característico del período romántico. Así, se plantea un discurso impredecible que combina sorpresa, lirismo y destreza técnica en un primer movimiento lleno de personalidad e innovación.
Sonata nº 3 en Do Mayor BWV 1005. J. S. Bach
Largo y Allegro assai
La Sonata para violín solo nº3 en Do Mayor BWV 1005, compuesta por Johann Sebastian Bach, se alza como una de las máximas expresiones de la polifonía y el contrapunto entre el repertorio escrito para violín en esta época. Esta sonata se organiza en cuatro partes (Adagio, Fuga, Largo y Allegro assai) que alternan distintos caracteres y estructuras, y demandan del violinista un gran dominio técnico y sensibilidad musical.
Las dos últimas secciones de esta sonata son un ejemplo del gran dominio que Bach demuestra en la escritura de la polifonía para el instrumento, ya que cada movimiento la explota de una manera distinta. En el Largo, esta polifonía se desarrolla principalmente en vertical, elaborando un complejo entramado entre las distintas líneas y voces que suenan a la vez y que requieren del violinista un gran esfuerzo interpretativo para clarificar el contenido, la dirección y la estructura de la pieza. En el Allegro assai, sin embargo, esta polifonía se desarrolla siempre en horizontal. Así, el movimiento continuo de esta sección se conforma a partir de una red de voces e intervenciones que se dan paso unas a otras, utilizando para ello algunos de los recursos característicos del Barroco como los modelos y secuencias, la repetición consecutiva o las notas pedales.
Así, la Sonata nº3 es una de las obras en las que Bach explora al máximo las posibilidades del instrumento, destacando por una elaborada construcción y una fuerza expresiva que fusiona la precisión intelectual con el atractivo artístico.
Concierto en mi menor op. 64. F. Mendelssohn
Allegro molto appasionato
El Concierto para violín y orquesta en mi menor op. 64 de Felix Mendelssohn es considerado una de las grandes obras del repertorio para violín. Como es característico del compositor, en este concierto amalgama con gran habilidad los elementos formales y técnicos de la tradición clásica con las innovaciones propias del Romanticismo.
El movimiento arranca con un Allegro molto appassionato en el que el violín solista se lanza a interpretar el tema principal de una forma bastante directa, arropado por un suave colchón orquestal. El lirismo inicial se transforma enseguida en dinamismo y agitación hasta dar las primeras muestras de pasión que desvelan esa influencia romántica en el compositor. A lo largo del movimiento, el violín y la orquesta se encuentran en continuo diálogo, intercambiando y entrelazando materiales temáticos. Así como se escuchan pasajes de urgencia e intensidad, también hay espacio para la calma y la reflexión. Esto se refleja especialmente en la cadencia, la cual termina de forma atípica con la intervención de la orquesta.
En definitiva, Mendelssohn busca en este primer movimiento tanto la tensión como su resolución, poniendo de manifiesto la destreza técnica del solista así como la expresividad y la claridad de las melodías, es decir, planteando una mezcla entre técnica y emoción, forma y expresividad, transparencia y dramatismo. Así, se ofrece la oportunidad tanto al intérprete como al público de conectar con un discurso tan cristalino en su forma como arrebatado en su contenido, que ofrece lo mejor de los dos mundos entre los que se movió el compositor.