Concert-Étude Op. 49 para trompeta. Alexander Goedicke
Fue compuesto en 1918, en una época en que el repertorio para trompeta solista comenzaba a consolidarse. Goedicke, pianista y compositor ruso, creó esta obra con un claro propósito pedagógico y de exhibición técnica, lo que la ha convertido en una pieza habitual en concursos y audiciones. Aunque su lenguaje se enmarca en el romanticismo tardío, también incorpora elementos brillantes propios de la música de principios del siglo XX.
Desde el punto de vista estilístico, el Concert Étude combina pasajes de gran habilidad, con escalas rápidas, arpegios amplios y cambios de dinámica, secciones líricas que permiten al intérprete mostrar sensibilidad y control en el fraseo.
La estructura de la obra sigue una forma libre basada en el esquema ABA’. Comienza con una introducción que da paso a una sección rápida y técnica. Posteriormente, un episodio de carácter más melódico ofrece contraste antes de retomar la energía inicial, culminando en una
coda heroica que destaca el brillo de la trompeta.
Rustiques. Eugène Bozza
Fue escrita en 1943, refleja el espíritu francés en tiempos de adversidad. Compuesta como pieza de concurso para el Conservatorio de París, muestra la habilidad de Bozza para capturar atmósferas coloridas mediante el uso de modos antiguos y ritmos danzantes.
Estilísticamente, Rustiques evoca imágenes campestres a través de un lenguaje ligero, con frecuentes cambios de articulación y una escritura ágil que pone a prueba tanto la técnica como la musicalidad del intérprete. Alterna momentos de brillantez con una profundidad expresiva.
En cuanto a su estructura, la obra sigue un patrón ternario (ABA’). La sección inicial es rápida y viva, semejante a una danza folklórica; después da paso a un episodio más lento y contemplativo, para finalmente regresar a la energía de la primera parte, cerrando con un final animado y decidido.
Concerto en Mi bemol mayor. Johann Nepomuk Hummel
Compuesto en 1803 para el célebre trompetista Anton Weidinger, constituye un hito en el repertorio clásico de la trompeta. Es una de las dos obras clásicas compuestas para la trompeta y de ahí surge la importancia de esta obra. Destaca la elegancia formal de su época junto con una creciente libertad expresiva. Originalmente, la pieza está compuesta en Mi Mayor, sin embargo, a mitad del s. XX se popularizó en Mib Mayor, ya que facilitaba en gran medida su interpretación.
Desde el punto de vista estilístico, Hummel explora tanto las nuevas posibilidades técnicas de la trompeta de llaves (instrumento para el que fue compuesta la pieza) como su capacidad para cantar líneas melódicas. La obra combina pasajes de agilidad virtuosística con melodías de gran lirismo, anticipando algunos rasgos románticos.
Su estructura responde al modelo clásico en tres movimientos: Allegro con spirito, Andante y Rondó.