Llevo una década estudiando en el conservatorio, un viaje intenso y gratificante que me ha permitido desarrollarme profundamente como músico.
A lo largo de estos años, he pasado por una serie de etapas y aprendizajes fundamentales, donde inicié mi formación con una base sólida en teoría musical, solfeo y técnica instrumental. Estos primeros años fueron cruciales para desarrollar una comprensión profunda del lenguaje musical y una destreza básica en mi instrumento principal. Aprendí a leer partituras, interpretar ritmos complejos y afinar mi oído musical.
A lo largo de los años, me adentré en el repertorio clásico, estudiando y ejecutando obras. Además, empecé a participar en banda o música de cámara, lo que me enseñó la importancia de la colaboración y la interpretación en grupo. La formación incluyó también la historia de la música y análisis musical, permitiéndome entender el contexto histórico y estilístico de las obras. Con el paso del tiempo mi enfoque se volvió más especializado. Perfeccioné mi técnica instrumental y trabajé en la interpretación de repertorio más complejo y técnicamente desafiante. Realicé recitales y conciertos solistas, lo que me ayudó a desarrollar la confianza y la presencia escénica. También tuve la oportunidad de componer mis propias piezas y experimentar con diferentes estilos y géneros musicales. En conclusión, acabé desarrollando dominio técnico y artístico, conocimiento teórico, experiencia escénica, creatividad y composición terminando por último con análisis y crítica.