Concertino para trombón. Lars-Erik Larsson
Es una obra postromanticista, compuesta para orquesta y trombón solista. Es uno de los principales conciertos emblemáticos para trombón. Esta obra consta de tres movimientos, el primero es un allegro con carácter de cadencia durante todo el movimiento; el segundo es un aria expresiva. El último es un allegro vivace de carácter enérgico con mucha influencia romanticista en el fraseo.
Sonata No. 3 en La menor. Benedetto Marcello
Es una sonata barroca compuesta originalmente para violoncello adaptada para trombón. Consta de cuatro movimientos siguiendo el esquema sonata barroca, un primer movimiento adagio, un segundo movimiento allegro, un tercer movimiento lento y un cuarto movimiento allegro en subdivisión ternaria.
Concierto para trombón. Nikolay Rimsky-Korsakov
Este es un concierto romanticista compuesto para trombón solista y banda. Posee tres movimientos, el primero es un allegro con carácter marcial, el segundo es un movimiento lento con una cadencia final que funciona de nexo con el tercer movimiento, también marcial ya que es un compositor ruso y es uno de los grandes nacionalistas.
Concierto para trompa n.o 3 en mi bemol mayor, K. 447. Wolfgang Amadeus Mozart
Fue completado entre 1784 y 1787, durante su primeros años en Viena. Lo definió como un concierto de cuerno de caza, que exige al intérprete habilidad con líneas cromáticas en el primer movimiento y un animado pasaje en el final.
Formado por tres movimientos:
● I. Allegro (4/4).
● II. Romance (Larghetto) (4/4).
● III. Rondó (6/8).
Este concierto tiene clarinetes además de fagotes y cuerda como acompañamiento. Estos aportan calidez y luz coloreando produciendo una música más atractiva acompañando a los fagotes en muchas secciones de la partitura.
Al escuchar la pieza que dura aproximadamente 18 minutos, el sonido de la trompa se entremezcla con la orquesta sinfónica con una suavidad como si de una brisa suave se tratara para dejar seguidamente la fuerza de la misma entre el sonido de las cuerdas y demás metales. El solista te traslada en sus notas a una paz interior que al momento es sacudida por la llamada a despertar, con la intensidad de la que es característica, volviéndote a sumergir en la tranquilidad de la sinfónica que vuelve a ser invadida por la potencia de la trompa, no permitiendo que te aburras ni un segundo en el concierto. Me ha gustado sentir la soledad de la trompa y a la vez, cómo mueve su movimiento a toda la orquesta.
La partitura autógrafa se conserva en la actualidad en la Biblioteca Británica de Londres. La composición fue escrita como gesto amistoso para el trompa Joseph Leutgeb (su nombre es mencionado varias veces en la partitura), y Mozart probablemente no lo consideró particularmente importante, porque no incluyó esta obra en el catálogo personal de sus obras.
Concierto en do menor, op. 8. Franz Strauss.
Es la obra mas conocida de Strauss, dura 15 minutos. Está hecha en 3 movimientos o secciones. Compuesta en 1865. Contrasta el drama de esta intensa obra con la lírica de sus movimientos, en un movimiento romántico tardío en la obra de Strauss, pasando al movimiento lento con elegancia, mostrando al espectador un escenario sombrío de melodías tiernas e inquietantes. La parte final hace referencia al sonido de las trompas de caza.
Le Rendez-vous de Chase. G. Rossini.
Es una fanfarria compuesta para 4 trompas en la orquesta, es una pieza relativamente desconocida. Duración de 3 a 4 minutos. Primera publicación se hace en 1837, aunque la escribió 9 años antes. En la época romántica de Rossini, de carácter clásico, los toques de inicio nos llevan al preludio del ritmo ligero de las siguientes notas, invitando con una suavidad sorpresiva del instrumento para llevarte rápidamente a la fuerza de los acordes y a un ritmo jovial que invita a danzar sobre las notas. Los toques finales de despedida como si de una corte de reyes se tratara le dan grandeza y fuerza a la misma. Una maravillosa miniatura, digna de ser escuchada.
Concierto para trompa No 3 en Mi b M, K. 447. W. A. Mozart
Los cuatro conciertos para trompa (más un quinteto que compuso después para trompa y cuerdas - K. 407) son obras maestras para el instrumento, brillantes y sólidas, que enriquecieron la música para trompa, no muy abundante en la época. El concierto K. 447 en Mi bemol mayor es el tercero que Mozart compuso para Leutgeb. Con frecuencia incluye pasajes en sus partes solistas que presentan un desafío difícil para el intérprete, que se hace más difícil si se considera lo inestable que era el instrumento en ese momento.
Concierto en Do menor, Op. 8. F. Strauss
Este concierto se presenta en tres movimientos tradicionales de los conciertos europeos, aunque Strauss enlaza los dos primeros.
El lirismo de larga duración contrastado con el drama ominoso de Strauss crea los contrastes temáticos típicos de un movimiento de apertura romántico tardío. Pasa con gracia al movimiento lento, un escenario sombrío y de grano suave de melodías dulces e inquietantes. El final es uno de esos movimientos repletos de las conocidas llamadas de caza de la escritura de trompa.
Laudatio. Bernhard Krol. Trompa Sola.
En primer lugar, tomando el título, Laudatio; significa "Alabanza, un testimonio, una oración fúnebre”.
Laudatio, escrito para Hermann Baumann, se abre con un motivo que representa una cuestión espiritual. Lo que sigue es un viaje, una búsqueda de la compresión. La pregunta vuelve a aparecer muchas veces, a menudo después de una montaña rusa emocional. La oración sobreviene en dos ocasiones, se hace la pregunta de nuevo en forma fragmentada, y una cadencia auténtica lleva al oyente a la respuesta final.