Lo primero fué conocer la granja y sus animales, las aves de corral, cabras y ovejas de diferentes razas, caballos, ponis y burros, conejos, cobayas, cerdos, vacas y terneros. También les dimos de comer, fuimos a pastorear, visitamos el establo y recogimos diferentes frutos típicos del otoño,  incluso realizamos una rica mermelada.

Nos encantó conocer la vendimia y el pisado de la uva para lo cual aprendimos una canción muy divertida y visitamos la bodega. A todos nos gustó tanto el mosto que quisimos repetir varias veces. 

Además aprendimos  de dónde viene la lana y cuál es el proceso que tenemos que seguir hasta conseguir un hilo de lana y poder hacer ropa calentita.

Lo de montar a caballo fue una gran experiencia para la cual nos armamos de valor y disfrutamos con nuestros monitores.

No podía faltar la visita, cuidado y recolección de frutyos en el huerto. Pudimos plantar nuestra propia planta y llevarla a casa para cuidar de ella.

En ingjés, nos enseñaron a crear un maravilloso perfume de romero.

A pesar de todas estas actividades tuvimos más tiempo para disfrutar y jugar a tirarnos por los toboganes (lo mejor es su nombre que nos hace mucha gracia). Había un bonito lago en el que disfrutamos de un apasionante paseo en barca sin mojarnos.

La noche antes de regresar a casa estuvimos buscando a un pequeño dumdecillo muy peculiar, el duende Jaramillo, vive allí pero es muy dificil verle. Nos lo puso muy dificil pero logramos encontrar su casa y al despedirnos nos dió un sabroso regalo.