En esta segunda sesión nos encontramos con nuestro primer caballo de Troya: unas tortitas de maíz que Leo trajo y que, aunque aparentemente podían parecer saludables (por el diseño del envoltorio y demás...), pero que contienen algunos ingredientes (aditivos) como el glutamato monosódico.
Así que tirando de ese hilo hemos visto qué es glutamato sódico: un aditivo químico descubierto por el científico japonés Kikunae Ikeda en 1908, quien aisló el aminoácido glutamato, que es un aminoácido fundamental para el organismo que actúa como neurotransmisor excitatorio en el cerebro para la memoria y el aprendizaje, y también como una fuente de energía en el metabolismo. El glutamato se encuentra de forma natural en alimentos ricos en proteínas como carnes, lácteos y otros alimentos como el alga kombu, que permitió a ese científico japonés identificar por primera vez este sabor distintivo como umami.
Ese sabor tan desconocido del que hemos aprendido qué parte de la lengua se encarga de percibirlo (la parte central) y que es ese sabor "tan sabroso" que activa nuestro sistema de recompensa del cerebro que nos hace querer seguir comiendo ese tipo de alimento.
Por eso corremos el peligro de que si los alimentos que saben "umami" van "cargado"s de "calorías vacías", azúcares añadidos y grasas "no saludables", tengamos más riesgo en el futuro de sufrir diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad.
También, como buen@s detectives, hemos aprendido que todos los productos que lleven en su etiqueta la letra E junto a los números del 620 al 625, llevan esta sustancia química que aislada no es dañina, pero que con sus "asociados" (azúcares, grasas no saludables, etc...) nos puede llevar a abusar de alimentos que de los que no se debe comer todos los días... (no abusables).
Todo esto lo hemos plasmado, en una primera fase, en un mapa de ideas que ha recogido lo trabajado y aprendido en esta sesión.