En esta primera sesión el profe comenzó preguntándonos si conocíamos el mito del Caballo de Troya. 

Sofía y Arya sí la conocían y explicaron al resto que la leyenda cuenta que los griegos construyeron un enorme caballo de madera y lo dejaron como un regalo frente a Troya. Engañados, los troyanos lo introdujeron en su ciudad, sin saber que en su interior se ocultaban soldados griegos. Al caer la noche, estos salieron, abrieron las puertas para el resto del ejército griego y provocaron la destrucción de Troya.

Este fue el punto de partida para comenzar a hablar de "Los caballos de Troya" que hay en la alimentación, es decir, aquellos productos que "nos colocan" delante como si fuesen "inofensivos" pero que en su interior encierran algunos peligros.

Al preguntarnos sobre qué peligros podían ser, rápidamente entre todas y todos descubrimos que llevan azúcares añadidos, a veces sal en exceso, aditivitos y conservantes que hacen que no sean tan saludables como aparentemente parecen.

También vimos la diferencia que hay entre un alimento natural, su versión procesada (es decir, cuando se modifica respecto a su forma natural mediante procesos como cortar, lavar, mezclar, cocinar, envasar o añadir ingredientes para aumentar su durabilidad, mejorar el sabor o facilitar su consumo) y por último, la versión ultraprocesada, que es cuando se convierte en un producto industrial de alta gama, listo para consumir, formulado con ingredientes procesados y aditivos para mejorar el sabor, la textura y la vida útil, pero pobre en nutrientes esenciales como fibra, vitaminas y minerales. 

Enseguida, ante la pregunta del profe sobre si conocíamos "grupos" de este tipo de producto, hicimos una categorización con los principales que conocíamos...