la catequesis del buen pastor

en casa

(recursos para padres)

Nivel 1- niños de 3 a 6 años

Nivel 2- niños de 7 a 9 años

EL AMBIENTE PREPARADO DE LA IGLESIA DOMÉSTICA

La familia es el motor que maximiza el potencial religioso de cada niño. Nosotros como padres, somos los primeros mensajeros de la fe, a través del amor, nuestro trato con los demás y nuestra confianza en Dios. La familia es la primera comunidad cristiana del niño, donde va nutriendo y desarrollando su asombro, conociendo a un Dios amoroso y todopoderoso. Ofrecemos estas sugerencias y guías para ayudarlos a fomentar el desarrollo de la relación de sus hijos con Dios.

Orando con nuestros hijos:

El término "Iglesia Doméstica" se refiere a la familia, el cuerpo más pequeño de creyentes reunidos en Cristo. "Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos." Mateo, 18, 20.

En el seno de una familia, la persona descubre los motivos y el camino para pertenecer a la familia de Dios. De ella recibimos la vida, la primera experiencia del amor y de la fe. El gran tesoro de la educación de los hijos en la fe consiste en la experiencia de una vida familiar que recibe la fe, la conserva, la celebra, la transmite y da testimonio de ella (del documento Conclusivo de Aparecida, SS Papa Benedicto XVI, ítem 3.3).

¿Cómo podemos nosotros, como padres, ayudar a nuestros hijos a entrar en oración?

PrePARANDO UN RINCóN DE ORACIóN EN CASA:

Cuando pensamos en los momentos de la oración familiar, la mayoría contestaríamos: cuando estamos reunidos alrededor de la mesa y en la cama al acostarnos. Ambas son ocasiones donde podemos compartir, relajarnos y reflexionar. El dar gracias a Dios y bendecir los alimentos que vamos a compartir, o dar gracias por un día más de vida, son formas espontáneas de orar. Incorporar estos momentos a nuestra rutina diaria es un gesto que hasta a los niños más pequeños del hogar pueden acoplar con gozo y nos ayudan a recordar que Dios está presente siempre. A los niños pequeños les encanta "estar con Dios".

Invitamos a los padres a preparar en casa un RINCÓN DE ORACIÓN para que los niños, y todos en la familia, puedan tener un espacio especial, cómodo y agradable, dónde el centro sea Dios.


EL SILENCIO:

El silencio es un idioma que necesitamos todos aprender, pues es en el que Dios nos hablará al corazón. Para establecer esta comunicación, primeramente, como hijos de Dios, debemos descubrir: ¿Cómo es nuestro silencio interior? Para lograrlo, debes desconectarte del mundo que está lleno de ruido, distracciones, estímulos. ¡Recuerda que el silencio es esencial para el alma! Esta simple práctica permitirá que aprendamos a aceptarnos, a querernos y desear superarnos cada dia.

NUESTRA RELACION CON EL NIÑO:

¿Cuál es mi papel, como adulto, en la educación en la fe?

Cuando El Buen Pastor entra en nuestras vidas, llena todos los rincones, nos llama por nuestro nombre. Y toca a todos en nuestro hogar. A veces los mayores misterios, los develan los niños más pequeños, para honor y honra de Dios.