JORNADAS TRASTORNOS ALIMENTARIOS

¿POR QUÉ?

En la actualidad son muchas las personas, organizaciones, asociaciones e instituciones que se unen cada 30 de noviembre para concienciar a la población sobre el sufrimiento al que se enfrentan las familias y los enfermos que padecen de trastornos alimenticios, y para recordarles o informarles que es posible superarlo.



Que son los Trastornos de la Conducta Alimenticia (TCA)


Son trastornos mentales que generan un comportamiento patológico frente a la ingesta de alimentos y una obsesión por el control del peso. Está presente en todas las edades sin importar sexo o condición social. La causa de los mismos está relacionada por múltiples factores: psicológico, biológico, sociocultural y familiar.

Quienes lo padecen sufren alteraciones a nivel mental y físico, y aunque es posible tratarlas, es necesario que el afectado se someta a un tratamiento médico y psicológico que generalmente tiende a ser largo y complejo.

Por otra parte, es importante el apoyo familiar, ya que una de las características de los trastornos es que el paciente no tiene conciencia de su enfermedad y por lo tanto no puede identificar las consecuencias.

Entre los TCA más conocidos se encuentran: La bulimia, la anorexia nerviosa, la ortorexia, el trastorno por atracón y la vigorexia.


¿Qué puedo hacer para ayudar a una persona querida que sufre TCA?


¿Qué puede hacer la pareja?

Muy a menudo, recibimos llamadas y consultas de parejas de personas afectadas con un trastorno de conducta alimentaria que recientemente han descubierto el problema. No saben cómo deben enfocarlo, donde deben acudir o cómo convencer a la persona para que se deje ayudar.

Hemos elaborado un pequeño decálogo que nos orienta sobre qué hacer y qué no debemos hacer, en una situación de este tipo.

¿Qué hacer?

  1. Pensar que es un trastorno mental grave. Todavía hay mucha gente que tiende a pensar que son «manías» donde la persona hace tonterías con la comida, y que la manera de resolverlo es con «mano dura».

  2. Hablar con la pareja con serenidad, pero de forma convincente, que quede claro que queremos ayudarle. El primer paso para ayudarle es buscar ayuda y tener la opinión de un especialista (en este punto podemos buscar el apoyo de la familia y tener su acompañamiento).

  3. Contactar con el médico de cabecera o psiquiatra. Este tipo de problemas deben ser atendidos por un especialista. Si no estamos seguros de lo que pasa, o el paciente se niega a acudir de entrada al psiquiatra, el médico de cabecera nos puede orientar y ayudar.

  4. Actitud y conducta lo más neutral posible. Intentar mostrar el apoyo, acompañar, respetar y no juzgar, pero debemos tener cuidado de no caer en la sobreprotección y hacernos amigos del trastorno.

  5. Tener paciencia y constancia. El tratamiento es largo, no deberíamos gastar todas las energías al principio.

¿Qué no hacer?

  1. No tomar decisiones precipitadamente. No debemos correr, el problema no se resuelve en dos días. Es una situación difícil y por lo tanto requiere serenidad y pensar antes de actuar.

  2. No «castigar» a la pareja. A veces, y con el fin de ayudar, podemos hacer conductas precipitadas, que la persona lo puede vivir como un castigo. Ejemplo: obligarla a comer ciertos alimentos, no dejarla ir al baño sola, el tono de voz con el que se transmiten los mensajes, etc. Los profesionales especialistas en TCA nos orientarán sobre las pautas de actuación.

  3. No caer en los engaños ni la manipulación de la persona afectada. Recordemos que es una enfermedad psíquica, no física, aunque el cuerpo sufra las consecuencias.

  4. No es necesario que el paciente acepte el término anorexia o bulimia. Es necesario que reconozca que hay algo que no va bien y que le hace sufrir, que está nervioso no rinde, se marea, etc.


¿Qué puede hacer la familia?


¿Qué nos puede hacer sospechar que nuestro hijo / a está sufriendo un trastorno alimentario?


    1. Utilización injustificada de dietas restrictivas.


    1. Estado de preocupación constante en cuanto a la alimentación.


    1. Sentimientos de culpabilidad por haber comido.


    1. Comportamiento alimentario extraño (comer de pie, desmenuzar la comida en trozos muy pequeños, ritmo lento o excesivamente rápido, esconder comida, evitar postres …).


    1. Pérdida de peso injustificada o pérdida del aumento de peso que le corresponde si nos encontramos ante la etapa de crecimiento.


    1. Miedo y rechazo exagerado respecto al sobrepeso.


    1. Práctica del vómito autoinducido o del ayuno y utilización de laxantes o diuréticos con el objetivo de controlar el peso o perder.


    1. Falta de menstruación, en aquellas mujeres que ya la tenían (amenorrea) o bien retraso en la aparición de la primera regla (menarquia).


    1. Percepción errónea de tener un cuerpo graso.


    1. Hacer ejercicio en exceso y mostrar nerviosismo si no se hace.


    1. Estado depresivo e irritable, con cambios de humor frecuentes.


    1. Disminución de las relaciones sociales con tendencia al aislamiento. Estas son algunas de las conductas que nos podría hacer sospechar que nuestro hijo/a podría estar sufriendo un Trastorno Alimentario. No porque nuestro hijo/a en presente alguna, significa que inevitablemente está sufriendo una enfermedad de este tipo. Lo que sí hay que tener en cuenta, es que, si ha visto identificado el comportamiento de su hijo/a en muchas de las conductas expuestas, habría que hacer algo


¿Qué hacer si sospechamos que nuestro hijo / a podría estar sufriendo un Trastorno Alimentario?


  1. Hablar con nuestro hijo o hija de aquellas conductas que nos han alarmado y que nos preocupan. Podemos intentar ver si él/ella está viviendo su situación como problemática. Nos interesa llegar a ellos desde la base emocional y conectando con sus sentimientos (me parece que estás sufriendo mucho / ¿Lo estás pasando mal? / Parece que estés preocupada por algo…


  1. Centrarnos en la parte racional y desde el discurso de la lógica no nos llevará a ningún lugar, porque no estaremos conectando con él y aún se pondrá más a la defensiva. Corre el riesgo de entrar en un debate constante sobre la comida sin llegar a ningún fin.


  1. Es importante mostrar interés por todo lo que le pueda estar preocupándolo y facilitar el diálogo para que pueda expresar sus miedos y/o dificultades.


  1. Para conseguir que el adolescente reconozca que puede tener un problema, es muy importante garantizar un clima de confianza.


  1. ACTÚA: El diagnóstico de estas enfermedades es serio y se pueden superar con la ayuda profesional adecuada.


  1. Incidir en la necesidad de pedir ayuda profesional para poder detener la difícil situación que seguramente está viviendo. Resaltar el papel del terapeuta como alguien que le puede ayudar a hacerlo sentir mucho mejor consigo mismo y mejorará su relación con los demás. Esta es una manera de ofrecer soluciones al problema que se está planteando.


  1. Es importante una adecuada derivación. Los profesionales que conducen el tratamiento de estas enfermedades son básicamente psiquiatras y psicólogos especializados en Trastornos de la Conducta Alimentaria.


TOMA NOTA

Los cuerpos perfectos no existen, solo existen los cuerpos reales.