Violencia. Concepto y formas

¿A qué nos referimos con los términos violencia, violencia de género, maltrato…? Habiéndose convertido en palabras ya familiares al oído de una mayoría de la población, especialmente por la acción de los medios de comunicación, el concepto a que hacen referencia no siempre es adecuadamente conocido, o lo es parcialmente. Quizás habría que comenzar por abordar el concepto de violencia que, por sí mismo, ya es un concepto sobre el que se dan múltiples interpretaciones y definiciones.

Hablar de violencia remite al concepto de "fuerza ", es decir, la violencia implica siempre el uso de la fuerza para producir un daño. En un sentido amplio, puede hablarse de violencia familiar, de violencia política, de violencia económica, de violencia social y, en todos los casos, el uso de la fuerza nos remite al concepto de "poder". En sus múltiples manifestaciones, la violencia siempre es una forma de ejercicio del poder mediante el empleo de la fuerza, ya sea física, psicológica, económica, etc., e implica la existencia de un "arriba" y un "abajo", reales o simbólicos1

Hay otras autoras y autores que, sin negar esta forma de entender la violencia, la conciben de un modo aún más amplio, así para Susan George la violencia es todo aquello que impide que la gente satisfaga sus necesidades fundamentales: alimentación, vivienda, vestido, sí, pero también dignidad2. Por su parte Johan Galtung entiende violencia cuando se da la imposibilidad de cubrir satisfactoriamente las necesidades básicas que, para él, son: subsistencia, bienestar, identidad y libertad3. Estas últimas formas de concebir la violencia invitan a reflexionar sobre los múltiples mecanismos por los cuales se está cometiendo algún tipo de maltrato a todos los niveles. Sin ir más lejos, permitir que haya personas pasando hambre cuando el hambre es objetivamente evitable, sería una forma de violencia. Comprar productos elaborados por personas que trabajan sin ningún tipo de garantías ni derechos laborales, en países donde no se respetan los derechos humanos sería otro ejemplo de violencia.

Siguiendo estas ideas, Johan GALTUNG establece tres grandes formas de violencia4, y explica con sencillez y transparencia los mecanismos de retroalimentación que se producen, entre ellas:

La violencia directa, física y/o verbal, se hace visible a través del comportamiento. Pero la acción humana no surge de la nada: tiene sus raíces. Dos de ellas son indicativas: la cultura de la violencia (heroica, patriótica, patriarcal, etc.), y la estructura violenta en sí misma por ser demasiado represiva, explotadora o alienante; demasiado estricta o permisiva para la comodidad del pueblo. Es necesario rechazar el malentendido popular que asegura que »la violencia es propia de la naturaleza humana«. El potencial para la violencia, así como para el amor, son propios de la naturaleza humana; pero las circunstancias condicionan la realización de dicho potencial. La violencia no es como la alimentación o el sexo, comunes en todo el mundo con pequeñas variaciones. Las grandes variantes de la violencia pueden explicarse fácilmente en función de la cultura y estructura: violencia cultural y estructural causan violencia directa, y emplean como instrumentos actores violentos que se rebelan contra las estructuras y esgrimen la cultura para legitimar su uso de la violencia. Obviamente, la paz también debe construirse desde la cultura y la estructura, y no sólo en la »mente humana«.Pero el triángulo de la violencia tiene sus propios ciclos viciosos. Los efectos visibles de la violencia directa son conocidos: (las) los muertos, (las) los heridos, (las) los desplazados, los daños materiales; todo ello afectando cada vez más a (las) los civiles. Pero es posible que los efectos invisibles sean aún más viciosos: la violencia directa refuerza la violencia estructural y cultural5.

Es así, como podemos tratar de abordar ahora el concepto de violencia de género. La Organización de Naciones Unidas (ONU) en su Declaración para la eliminación de la violencia contra la mujer indica:

Violencia contra las mujeres es todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga, o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se produce en la vida pública o privada.

En esta Declaración, violencia de género y violencia contra las mujeres son usadas como sinónimos por lo que de algún modo género y mujeres se están asimilando a un mismo concepto. Podría realizarse una importante puntualización a este hecho y es que, mientras que las mujeres son un grupo humano, la mitad de la población aproximadamente, el género es una construcción cultural que no sólo se refiere a las mujeres sino a mujeres y hombres. Más concretamente, el género hace referencia a las construcciones culturales creadas sobre las diferencias biológicas determinadas por el sexo y explica todo un sistema de relaciones, espacios, oportunidades y poderes distribuidos desigualmente en función del mismo. Por esta razón, podría darse violencia contra las mujeres sin ningún componente de género, mientras que la violencia de género requiere:

  • Un objeto de la violencia: la mujer
  • Un objetivo de la violencia: el uso del poder, el control, el dominio
  • Una desigualdad de partida, basada o sustentada en el género

Así, cuando hablamos de violencia de género nos referimos a la violencia basada (causada, mantenida, alimentada) en las diferencias de roles, comportamientos, funciones, actitudes, identidades, espacios, que las sociedades adjudican a cada sexo (constituyendo un género femenino y un género masculino) y que aprendemos e interiorizamos.

Si tenemos en cuenta esta forma de entender la violencia de género y volvemos sobre la idea de que la violencia se manifiesta de tres formas (directa, cultural y estructural) estamos en condiciones de afirmar que la violencia de género es un fenómeno que experimentan las mujeres (individualmente y/o en grupos) de forma directa o indirecta, que viene perpetuado por la cultura (los estereotipos, ideas preconcebidas, prejuicios, mitos, creencias –ideología machista) y por el sistema (división de espacios, políticas, legislación - estructura patriarcal) o estructura. Las tres se interrelacionan y retroalimentan. Inés Alberdi y Natalia Matas identifican 8 características de la violencia de género6:

  • Es un rasgo social (estructural) a la vez que un fenómeno individual. Característico de las sociedades patriarcales. Mecanismo de control social de las mujeres
  • Se deriva de la desigualdad de poder entre hombres y mujeres
  • Tiene carácter instrumental.
  • Es estructural e institucional. Está en todas partes (bromas, chistes, publicidad, canciones).
  • Es ideologica
  • Es aprendida, no natural.
  • Afecta a todas las mujeres (aunque no al mismo nivel).
  • Es tolerada socialmente (incluso promovida).

Algunos ejemplos de las formas en que esta violencia de género se manifiesta a lo largo del ciclo vital, desde un punto de vista más global serían7:

PRENATAL ADOLESCENCIA

  • Aborto selectivo por sexo
  • Golpes durante el embarazo (efectos físicos y emocionales en la mujer, bajo peso al nacer de los bebés)
  • Embarazo forzado (violación en masa durante la guerra).
  • Violencia de parientes
  • Bodas de conveniencia forzadas
  • Violencia de compañeros del sexo opuesto y novios.
  • Relación sexual por motivos económicos
  • El abuso sexual en el trabajo
  • La violación
  • Hostigamiento sexual
  • Prostitución forzada
  • Tráfico de mujeres.

PRIMERA INFANCIA EDAD REPRODUCTIVA

  • Infanticidio femenino
  • Abuso físico y emocional
  • Acceso diferente a la alimentación
  • Acceso diferente tratamiento médico para las niñas menores de un año.
  • Abuso de la mujer de parte de su pareja íntima
  • Violación de pareja
  • Abusos y homicidios relacionados con la dote
  • Homicidio
  • Abuso psicológico
  • Abuso sexual en el trabajo
  • Violación
  • Embarazo forzado

NIÑEZ VEJEZ

  • Casamiento de las niñas
  • Mutilación genital
  • Abuso sexual por miembros de la familia y extraños
  • Acceso diferente a la alimentación, a la educación y al tratamiento médico.
  • Prostitución infantil
  • Abuso, abuso económico
  • Abandono

Como se puede deducir de las múltiples formas de violencia anteriormente expuestas, muchas de estas conductas están sostenidas y promovidas por la cultura y, cómo no, por la estructura. Así, por ejemplo, en algunos países la mujer vale la mitad que el hombre. Ello quiere decir, entre otras cosas, que en caso de litigio la palabra de ella tiene la mitad de valor que la de él. Sin ir más lejos, en nuestro país no hace mucho que las mujeres consiguieron ser consideradas legalmente adultas. Por otra parte, algunas de estas formas de violencia son denominadas específicamente como feminicidio, queriendo alejarse de la simplificación que a veces se hace de la violencia de género, asociándola, en exclusiva, con el maltrato físico a la mujer por parte de su pareja o expareja. En relación con todo ello, es conveniente reflexionar sobre la inadecuación de utilizar otros términos, como violencia doméstica o violencia intrafamiliar, como sinónimos de violencia de género. En el primer caso, violencia doméstica, sólo se hace alusión al espacio en que se desarrolla la violencia, el ámbito del hogar, pero no informa ni identifica sobre quién recae la agresión, quién la ejerce, ni tampoco cuál es el objetivo. Por otra parte, invisibiliza los componentes cultural y estructural de la violencia. En el segundo caso, violencia intrafamiliar, cometiendo los errores anteriores, no se informa sobre el lugar, sino sobre el hecho de que la violencia se da entre miembros de una misma familia, reduciendo profundamente, en ambos casos, la complejidad y amplitud de la violencia de género.

1. CORSI, Jorge. La violencia hacia la mujer en el contexto doméstico. Fundación Mujeres. http://www.egeneros.org.mx/admin/archivos/violencia_contexto_domestico.pdf

2. Citado en J. M. TORTOSA Violencia y pobreza: una relación estrecha, en Papeles, nº 50. 1994. Tomado de Eva Espinar Ruiz. Tesis doctoral: Violencia de género y procesos de empobrecimiento. Universidad de Alicante. http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/02588405333504473232268/011683_4.pdf

3. Ídem

4. GALTUNG, Johan. Violencia, guerra y su impacto. Sobre los efectos visibles e invisibles de la violencia. En Polylog. Foro para Filosofía Intercultural. 2004. http://them.polylog.org/5/fgj-es.htm

5. Ídem

6. Equipo Idre. Manual de intervención terapéutica con mujeres víctimas de violencia por parte de sus parejas. Programa de Intervención con Desfavorecidos en Riesgo de Exclusión. Ayuntamiento de Cáceres. pág. 6. Para profundizar, Inés Alberdi y Natalia Matas han escrito La violencia doméstica. Informe sobre los malos tratos a mujeres en España. Colección Estudios Sociales, Núm. 10. Fundación “la Caixa”.

7. PAZ, Juan Ignacio. Instituto Andaluz de la Mujer. Material didáctico. Mímeo.