Argitalpenaren data: Mar 30, 2011 1:40:47 PM
Las redes sociales suponen tanto riesgos como beneficios para los niños, según el profesor de Psicología de la California State University Larry D. Rosen. "Aunque nadie puede negar que Facebook ha alterado el panorama de la interacción social, sobre todo entre los jóvenes, sólo estamos comenzando a ver investigaciones psicológicas sólidas que demuestran tanto lo positivo como lo negativo", señaló.
Rosen señaló algunos aspectos de las redes sociales que podían resultar negativos, como que los adolescentes que usan Facebook más a menudo muestran más tendencias narcisistas, mientras que los adultos jóvenes con más presencia en esta red social presentan más signos de padecer otros trastornos psicológicos, como conductas antisociales, manías o agresividad.
El abuso diario de los medios y la tecnología tiene un efecto negativo sobre la salud de los niños y adolescentes, pues les hace más propensos a padecer ansiedad, depresión y otros desórdenes psicológicos, además de convertirles en personas más susceptibles a sufrir problemas de salud en el futuro. Asimismo, estas redes sociales pueden distraer a los menores y causar un impacto negativo sobre su aprendizaje.
No obstante, las redes sociales también proporcionan beneficios a los niños. Por ejemplo, los adultos jóvenes que pasan más tiempo en Facebook son mejores a la hora de mostrar 'empatía virtual' hacia sus amigos on line. Las redes sociales pueden ayudar a los adolescentes más introvertidos a aprender a socializarse. Además, pueden ser herramientas para enseñar de una forma más atractiva a los estudiantes.
A los padres, Rosen les envía un mensaje claro: "Si piensan que tienen que utilizar algún tipo de programa de ordenador para controlar la actividad en las redes sociales de sus hijos, están perdiendo el tiempo". "Tus hijos encontrarán una forma de esquivarla en cuestión de segundos", advertía Rosen, para quien lo más apropiado es comenzar a hablar temprano sobre cómo utilizar adecuadamente las tecnologías.
E. P. - Domingo, 14 de Agosto de 2011
DEIA