Octava Salida Senderista del Año 2025
TRAVESIA DE VADIELLO A NOCITO EN LA SIERRA DE GUARA
Realizada el domingo, 27 de Abril - 21 Km y 850 m de Desnivel acumulado de subida de Dificultad Moderada
(De compleja resolución)
Seis montañeros acudieron a la cita senderista de las 7:00 que, de forma desigual, hubo que gestionarse. Las circunstancias que concurrieron y que a continuación se especifican, condicionaron el desarrollo de la actividad prevista. Veamos, al lugar de encuentro, puerta calle de la Estación de Autobuses de Zaragoza, acudieron cinco, José, Francisco Javier, Sezan (niño de 10 años), Gitanjali (niña de 9 años) y Pascal. En Huesca, se incorporó Javier, lo que significaba un valioso apoyo personal y logístico de primera mano, como buen conocedor del terreno.
Los acontecimientos se produjeron del siguiente modo. Ninguno de los presentados disponía de vehículo. Se contactó con el representante de Huesca, Javier, ya mencionado, para proponerle fueran los de Zaragoza transportados desde esa ciudad a Vadiello, donde comenzaría la marcha. Hubo que adquirir los pasajes del autobús de línea Zaragoza - Huesca de las 8:30 que llegaba a la capital oscense a las 9:40. En el vehículo Toyota del compañero de la ciudad hermana sólo pueden subir cinco personas, de modo que uno de los maños se excluyó. Renunció José, de origen venezolano.
Llegados a Vadiello a las 10:10, dos horas más tarde de lo previsto, empezó, en ese momento la travesía, pasado el tercer túnel que bordea el embalse en una mañana espléndida, siguiendo el GR de la Hoya de Huesca. Una ruta que acredita y enaltece la belleza del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, abriéndose paso por laderas con pedreras y gleras que discurren por el intrincado corazón del insólito macizo de conglomerados.
El río Guatizalema atraviesa este singular y abrupto enclave, erizado de mallos y monolitos. Rodeado de cumbres altas y escarpadas de casi 2.000 m, este reducto mineral ha llegado a convertirse en agreste costa, de modo que el "lago" aparece como un acantilado laberinto que, no obstante, despierta en el explorador serenidad y un sentimiento de apacible calma que facilita el encuentro consigo mismo.
Los pináculos de Ligüerre de vertical vocación parecen desafiar las leyes del equilibrio, mientras los senderistas sortean empinados pasos que el empedrado del sube y baja favorece poco la marcha, ya que son mantos de guijarros cortantes en caída libre al lago que dificultan enormemente el desplazamiento. Avanzan hacia la cola del embalse alimentado por el Guatizalema flanqueado por picos como el Corcurezo y el Fragineto al atravesar la sierra de Gabardiello.
A la sazón, los marchadores alcanzan el punto de mayor altitud del itinerario donde se detendrán para restaurar las fuerzas en buena medida mermadas. Para seguir hasta Nocito, tendrán que descolgarse zigzagueando hasta cerca del nivel de las aguas, tomando como punto de referencia la aguja pétrea de "El Proyectil" haciendo esquina a modo de un cohete en Cañaveral a punto de despegar. El proyecto estratosférico de alcanzar Nocito, queda estacionado desde el primer momento en que se decide regresar a la base de lanzamiento, más concretamente Vadiello, pues la inviable ambición supondría duplicar en ida y vuelta la ya dilatada distancia de esta etapa del Camino de la Hoya de Huesca. Así las cosas, deciden regresar para estar en la ciudad oscense a alas 14:00, con lo que se ponía epílogo a la Octava Salida del Año realizada por los cinco intrépidos de turno.